Al igual que en La Paz, decenas de personas se aproximaron desde temprano a las avenidas y calles por donde pasará Francisco esta noche.
La ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra (este) amaneció hoy con el cielo nublado, pero con el entusiasmo que caracteriza a su gente, que aguarda expectante y con los brazos abiertos al papa Francisco.
El pontífice llegará en las próximas horas a esta urbe, situada a 400 metros sobre el nivel del mar, procedente de La Paz, donde permanecerá brevemente para no padecer tanto los efectos de los 3.600 metros de altitud en que se encuentra la sede de Gobierno de Bolivia.
Las autoridades cruceñas colocaron pancartas gigantescas con mensajes de bienvenida en diversos puntos de la ciudad, la más poblada de Bolivia, en la que el sumo pontífice celebrará el jueves una misa ante multitudes y donde se quedará hasta este viernes.
Al igual que en La Paz, decenas de personas se aproximaron desde temprano a las avenidas y calles por donde pasará Francisco esta noche, confiados en lograr una buena ubicación para poder verle.
Algunos otros, en su mayoría procedentes de otras regiones bolivianas y de países vecinos, prefirieron pasar primero por la catedral cruceña, situada en la plaza 24 de septiembre.
Es el caso de Luis Alberto Morales, que llegó desde la sureña Tarija con su madre, una anciana en silla de ruedas, con la ilusión de lograr que el papa Francisco bendiga una imagen de la Virgen de Chaguaya, patrona de esa región, que Juan Pablo II ya bendijo en su visita a Bolivia en 1988.
"Nosotros con mi madre vamos a estar (mañana) en la misa. Si Dios y la Virgen quieren que sea posible esta bendición para todos los tarijeños y para toda Bolivia", dijo Morales a Efe, mostrando una fotografía gigante del momento en que Juan Pablo II le dio la bendición hace 27 años.
La llegada de Francisco entusiasma a personas de todas las edades, sobre todo a los 7.000 jóvenes voluntarios de la "Guardia Papal", quienes se capacitaron en las últimas semanas en las áreas de salud, pastoral, primeros auxilios, seguridad y logística para dar apoyo en las actividades de la agenda del pontífice.
Un grupo de voluntarios se encontraba hoy en las puertas de la catedral para brindar información a turistas y peregrinos sobre las actividades del papa en tierras cruceñas y cómo acudir a estas.
"Es una bendición para el pueblo boliviano, ya que después de muchos años volvemos a recibir a un papa en nuestra casa y es una experiencia única y bonita para los jóvenes hacer el voluntariado", dijo a Efe una de las voluntarias, María Ángeles Ruiz.
En las calles cruceñas, abundan los comerciantes que venden todo tipo de "recuerdos" alusivos a la visita de Francisco, incluidas banderas del Vaticano, estampas y carteles con la imagen del papa.
La presencia de los vendedores es mayor cerca de la estatua del Cristo Redentor, donde el sumo pontífice celebrará este jueves una misa a la que se prevé que asistan centenares de miles de personas.
Esa estatua, que muestra a Cristo con los brazos abiertos, fue emplazada en 1961, durante el IV Congreso Eucarístico Nacional, que se celebró en Santa Cruz para celebrar el cuarto centenario de su fundación, según la Arquidiócesis cruceña.
La obra fue realizada en bronce en la ciudad de La Paz por el escultor cochabambino Emilio Luján, quien trasladó la estatua en dos piezas hasta Santa Cruz y soldó allí las partes.
El Cristo Redentor es la estatua de mayores dimensiones que se ha levantado en esta ciudad y es "el mayor referente de la fe que profesa el pueblo cruceño", por lo que se eligió este lugar para la celebración de la misa.
Allí se ha instalado un escenario que evoca la arquitectura de los templos de las misiones jesuíticas en la zona de la Chiquitania, en el que también hay un altar, un atril, un crucifijo y tres sillas talladas a mano por 18 artesanos del pueblo cruceño de Postrervalle.
Decenas de militares y policías ya custodian el lugar, que aún huele a barniz y donde algunos obreros afinan los últimos detalles para la eucaristía de mañana.
Unos 700 sacerdotes concelebrarán la misa y 2.500 laicos distribuirán más de 750.000 hostias consagradas en la comunión.
La misa será amenizada por un coro de niños de orfanatos que cantarán en español y otro proveniente de la Chiquitania, que interpretará música barroca y cantos en latín.
Otra de las actividades que ha generado expectativa es la visita el viernes de Francisco a Palmasola, una de las cárceles más conflictivas del país, cuyos reclusos expondrán al pontífice las principales carencias que padecen en justicia, salud y alimentación.
Francisco partirá hacia Paraguay este viernes después del mediodía.
Pn/fg
EFE