Estados Unidos dijo que actuó solo, sin el conocimiento de Pakistán, lo que generó tensión entre ambos países.
Un reconocido periodista estadounidense acusa al presidente de su país, Barack Obama, de haber mentido sobre la operación en la que fue ejecutado el líder terrorista Osama bin Laden, y asegura que el Ejército y los servicios secretos de Pakistán tuvieron un papel clave.
Su colaboración fue mucho mayor de lo que se creía hasta ahora en la preparación de las tropas de élite estadounidenses que llevaron a cabo la misión en Abbottabad en mayo de 2011, afirma Seymour Hersh en un largo artículo en la última edición de la revista "London Review of Books".
Otras de las novedades que apunta el artículo son que de hecho Bin Laden estaba bajo custodia de los servicios secretos paquistaníes desde 2006 en la casa de Abbottabad, y que su salud se había deteriorado hasta el punto de que era un inválido.
Por su parte, la Casa Blanca rechazó hoy la versión. "La Casa Blanca no es la única en señalar que el artículo está lleno de imprecisiones y abiertas falsedades. El ex subdirector de la CIA, Mike Morell, ha dicho que cada oración está mal", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
En su momento, Estados Unidos dijo que actuó solo, sin el conocimiento de Pakistán, lo que generó tensión entre ambos países.
El periodista asegura además que Estados Unidos se enteró del paradero de Bin Laden, por entonces líder de la red terrorista Al Qaeda y responsable de los ataques contra las Torres Gemelas en Nueva York en 2001, a través de la información de un agente de inteligencia paquistaní. Éste se presentó en la embajada y vendió la información a cambio de 25 millones de dólares.
La versión oficial de la "historia de la Casa Blanca podría haber sido escrita por Lewis Carroll (el autor de "Alicia en el país de las maravillas")", afirma Hersh.
"Bin Laden, objetivo de una persecución internacional a gran escala, ¿realmente decidiría que una localidad a cuarenta millas de Islamabad sería el lugar más seguro para vivir y comandar las operaciones de Al Qaeda? Se ocultaba a plena luz. Eso es lo que dice Estados Unidos", añade el periodista.
Para el artículo, Hersh se basa en el testimonio de un alto funcionario retirado de los servicios secretos de Pakistán al que no identifica y en otras fuentes estadounidenses.
Altos funcionarios paquistaníes aseguraron que no hubo ninguna alarma cuando los dos helicópteros que llevaban a las fuerzas especiales estadounidenses cruzaron la frontera desde Afganistán en dirección a Abbottabad.
"Tenía que hacerse", cita el periodista a un paquistaní con vínculos con las agencias de inteligencia. "No por el enriquecimiento personal, sino porque si no serían cortados todos los programas de ayuda estadounidenses".
Los críticos de Hersh censuran que el reportero se base esencialmente en las declaracioens del ex agente de inteligencia que no identifica. Las fuentes citadas con nombre en el texto por el reportero no contradicen la versión, pero tampoco ofrecen evidencia concreta que la respalde.
"Hay demasiadas imprecisiones y afirmaciones sin fundamento en este artículo como para chequearlas todas", señaló el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price, en una declaración. El funcionario subrayó que se trató "de una operación estadounidense de punta a punta" y que Obama eligió mantener la misión en secreto ante los paquistaníes hasta que terminó.
Entre otras, es citada una entrevista anterior con Asad Durrani, jefe de la agencia de espionaje paquistaní a principios de los '90, quien dice que es "probable" que funcionarios de inteligencia paquistaníes supieran dónde se encontraba Bin Laden antes del operativo.
"Si tienes a alguien como Osama bin Laden no se lo entregas simplemente a Estados Unidos", afirmó en declaraciones al canal Al Yazira.
Hersh, colaborador de "The New Yorker" y experto militar, se especializó en periodismo de investigación. Saltó a la fama mundial en 1969 al destapar la masacre de My Lai durante la guerra de Vietnam, por lo que obtuvo el Premio Pulitzer en 1970. También fue el primero que informó en 2004 de los abusos y torturas en la cárcel militar estadounidense de Abu Ghraib, cerca de Bagdad.
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DPA