El Papa se manifestó en contra del ataque perpetrado en la Academia Bilingüe Internacional Madre Francisca en Kumba.
El Papa condenó el ataque perpetrado en la Academia Bilingüe Internacional Madre Francisca en Kumba, en la región suroeste de Camerún, en el que fueron asesinados ocho niños de entre 12 y 14 años, al tiempo que volvió a reclamar por un mundo sin armas.
"Me uno al dolor de los estudiantes asesinados con barbarie en Camerún. Siento tanto desconcierto ante un evento tan cruel e insensato que ha arrancado la vida de estos estudiantes mientras seguían la lección en la escuela", ha exclamado el Papa tras la audiencia general de este miércoles.
El Papa condenó la situación atroz en algunas regiones del país e instó a que puedan encontrar una solución de paz. Del mismo modo, pidió un alto al fuego global y que el derecho a la educación sea respetado en todo el mundo. "Espero que las srmas callen (...) y que pueda ser garantizado el derecho de todo joven al estudio", afirmó. De esta manera se ha unido al dolor de las familias y ha pedido para ellos el "consuelo que solo Dios puede dar".
Durante su catequesis continuó con sus reflexiones sobre la oración. Así, señaló que cuando el fiel se pone a rezar Jesús siempre lo acompaña incluso "cuando el odio y la persecución se desatan a su alrededor". El pontífice manifestó que para rezar es necesaria "la humildad" al tiempo que revindicó la figura de Jesús como el "refugio de un hogar" para todos que "habita eternamente en el Padre".
"En el torbellino de la vida y el mundo que llegará a condenarlo, incluso en las experiencias más duras y tristes que tendrá que soportar, incluso cuando experimenta que no tiene dónde recostar la cabeza", exclamó el Santo Padre.
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