Los jefes de Estado y de gobierno estimaron que las necesidades financieras de Grecia en los próximos tres años serán de entre 82.000 y 85.000 millones de euros.
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Los líderes de la eurozona llegaron a un acuerdo con Grecia en la madrugada de hoy para un tercer paquete de rescate que evita la salida de Atenas de la unión monetaria, pero le exige duras medidas de ajuste.
"Hemos librado una batalla justa", dijo el primer ministro griego, Alexis Tsipras, que cree que en la maratónica cumbre de 17 horas con sus colegas de la eurozona consiguió lo mejor para su país dentro de lo que era posible.
Los jefes de Estado y de gobierno estimaron que las necesidades financieras de Grecia en los próximos tres años serán de entre 82.000 y 85.000 millones de euros (entre 90.000 y 95.000 millones de dólares).
El acuerdo, que allana el camino para el tercer rescate, aún debe ser refrendado por varios parlamentos, entre ellos el de Grecia y el de Alemania, el mayor acreedor de la eurozona.
"Las medidas inevitablemente generarán tendencias recesivas, pero el paquete de crecimiento, la restructuración de la deuda y la financiación asegurada para los próximos tres años" significan que el "'Grexit' ya es pasado", agregó Tsipras.
Una de las condiciones acordadas es que para seguir negociando y "recuperar la confianza" de los acreedores, el gobierno griego debe aprobar para el miércoles una serie de medidas, entre ellas la reestructuración del sistema del impuesto al valor agregado y reformas de las pensiones.
Los medios locales estiman que la votación en el Parlamento podría ser el mismo miércoles. El sindicato de empleados públicos (ADEDY) convocó una huelga nacional para ese día, en rechazo a los nuevos ajustes. "No más austeridad", pidieron hoy cientos de estatales que protestaron ante el Parlamento en Atenas.
Pero Tsipras enfrenta además resistencias dentro de su coalición de gobierno. De hecho, según los medios, el jefe de gobierno evalúa una reforma de su gabinete en respuesta al anuncio de numerosos diputados de su alianza de que votarán en contra de las nuevas disposiciones de ajuste.
Para muchos podría ser difícil aceptar las condiciones del acuerdo, que establece que las nuevas medidas deben ser coordinadas con los acreedores de Grecia: la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo. Esto podría recordar el trabajo que realizaba antes la llamada "troika".
El acuerdo prevé además la creación de un fondo de privatizaciones, que se estima alcanzará los 50.000 millones de euros. A él serán transferidos activos estatales, de los que se obtendrán beneficios a través de las privatizaciones y otras medidas.
Los desacuerdos sobre la creación de este fondo, una demanda fundamental de los socios europeos a la que se había opuesto tenazmente el primer ministro griego, persistieron hasta último momento.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, explicó que los ingresos del mismo se usarán para reducir las deudas de Grecia y para reembolsar gastos de recapitalización para los bancos.
"Como es un acuerdo, no hay ni ganadores ni perdedores. No creo que el pueblo griego haya sido humillado y no creo que los otros europeos hayan perdido su prestigio", afirmó por su parte el presidente de la Comision Europea, Jean-Claude Juncker.
"En términos generales, las ventajas son más que las desventajas", afirmó la canciller alemana, Angela Merkel. "Creo que Grecia tiene así posibilidades de volver a la senda del crecimiento".
En el comunicado de los líderes de la eurozona tras la cumbre, se indicó que Atenas necesita unos 7.000 millones de euros a más tardar para el 20 de julio, cuando debe reintegrar al Banco Central Europeo un plazo de 3.500 millones de euros, y otros 5.000 millones de euros para mediados de agosto.
Por eso, los ministros de Finanzas de la eurozona analizan la posibilidad de otorgar un financiamiento de corto plazo para Grecia de 12.000 millones de euros, informó hoy el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
El préstamo puente serviría para cumplir con las necesidades inmediatas de financiamiento y posibilitar la reapertura de los bancos en Grecia, que seguirán cerrados por lo menos hasta el miércoles, según decretó el gobierno heleno.
El presidente del Eurogrupo, que fue reelegido hoy en su cargo, dijo que las negociaciones para cerrar el tercer programa de rescate con Grecia podrían tardar al menos cuatro semanas.
El tiempo necesario para concluir el acuerdo podría estar más cerca "de las cuatro semanas que de las dos semanas", dijo el holandés. "Y algunos me llaman optimista", añadió.
De acuerdo con el documento de la eurozona, a Grecia se le exige, además de la privatización de activos estatales, una reforma administrativa, una revisión de las normas del mercado laboral, entre otras demandas.
Lo que no contempla el acuerdo es una quita de deuda, aunque asegura que el Eurogrupo podría considerar períodos más largos de gracia y amortización bajo determinadas condiciones.
Si el Parlamento griego aprueba las primeras reformas, otros órganos legislativos deberán aprobar el mandato para el nuevo paquete, entre ellos el alemán, que celebrará una sesión extraordinaria este viernes. El jefe del Eurogrupo dijo que espera que el proceso se complete para el final de la semana.
Pn/ms
DPA
