La vida bajo los talibanes en la década de 1990 obligó a las mujeres a usar el burka que las cubría por completo. Los islamistas radicales restringieron la educación para las niñas mayores de 10 años y se impusieron castigos brutales, incluidas ejecuciones públicas.
Para muchos Kabul, la capital de Afganistán, es ya el último refugio. Miles de personas huyen de distintas partes del país en dirección a la capital para escapar del ataque de los talibanes que recuperaron el control de varias ciudades del país en una rápida ofensiva que el ejército afgano no puede contener.
La ONU pidió a los países vecinos de Afganistán que mantengan sus fronteras abiertas a medida que aumenta el número de civiles que se desplazan en el territorio.
La escasez de alimentos es "grave", informaron funcionarios del Programa Mundial de Alimentos (PMA), de la ONU, y advirtieron sobre una catástrofe humanitaria.
El viernes, los talibanes tomaron la segunda ciudad más grande del país, Kandahar, la última capital provincial en caer.
La ciudad sureña de 600.000 habitantes fue una vez el bastión de los talibanes y es de importancia estratégica debido a su aeropuerto internacional y su producción agrícola e industrial.
Los talibanes también tomaron la cercana ciudad de Lashkar Gah y ahora controlan alrededor de un tercio de las capitales provinciales de Afganistán.
El avance se produce cuando las tropas estadounidenses y extranjeras se retiraron después de 20 años de operaciones militares. Más de 1.000 civiles murieron en Afganistán solo en el último mes, según la ONU.
"Tiempos oscuros"
Sahraa Karimi, una cineasta afgana en Kabul, le dijo a la BBC que sentía que el mundo le había dado la espalda a Afganistán y que temía un regreso a los "tiempos oscuros".
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), de la ONU advierte que la escasez de alimentos es "grave".
La vida bajo los talibanes en la década de 1990 obligó a las mujeres a usar el burka que las cubría por completo. Los islamistas radicales restringieron la educación para las niñas mayores de 10 años y se impusieron castigos brutales, incluidas ejecuciones públicas.
"Estoy en peligro, (pero) ya no pienso en mí", aseguró Karimi. "Pienso en nuestro país, pienso en nuestra generación. Hicimos mucho para tener estos cambios".
"Pienso en las niñas... Hay miles de mujeres hermosas y talentosas en este país", añadió.
Del mismo modo opinó Freshta Karim, fundadora y directora de la biblioteca móvil Charmaghz en Kabul y defensora de los derechos de la niñez.
"Los talibanes no cambiaron. Ellos nos consideran como un botín de guerra. Así que donde van fuerzan a las mujeres a casarse y creo que esa es la peor venganza que tienen contra nosotras", aseguró a la BBC.
"Esta es la mayor guerra en contra de las mujeres en estos tiempos. Y por desgracia el mundo la está mirando en silencio", lamentó.
Sin refugio
Muchos de los que buscan seguridad en Kabul están durmiendo en las calles.
Hay cerca de 72.000 niños entre las personas que huyen hacia la capital en los últimos días, según la organización Save the Children.
"No tenemos dinero para comprar pan o conseguir alguna medicina para mi hijo", dijo a la BBC Asadullah, un vendedor ambulante de 35 años que huyó de la provincia norteña de Kunduz después de que los talibanes prendieran fuego a su casa.
"Toda nuestra casa y pertenencias se quemaron, así que vinimos a Kabul y oramos a Dios para que nos ayude", agregó Asadullah.
Asadullah vendía alimentos y especias en la provincia de Kunduz, pero tuvo que huir con su familia
Las dos hijas de Asadullah, que junto a su mujer han tenido que dormir en la calle al llegar a Kabul.
En las afueras de la capital afgana hay campamentos improvisados mientras que muchos otros duermen en almacenes abandonados, según informaron medios locales.
En declaraciones a la BBC poco antes de la caída de Kandahar, Pashtana Durrani, directora ejecutiva de una ONG educativa que trabaja con niñas afganas, dijo que temía por su vida debido a su papel vocal en la defensa de la educación de las mujeres.
"Las niñas con las que trabajamos huyeron", aseguró. "No sé dónde están las estudiantes y personalmente estoy asustada por sus vidas. ¿Qué pasa si las obligaron a casarse con un combatiente talibán? ¿Cómo será su vida?", se preguntó.
PURANOTICIA // BBC MUNDO