La mandataria precisó que la nueva repartición será conducida por un director general y un subdirector que serán designados por el Poder Ejecutivo y que "requerirán del acuerdo del Senado".
Buenos Aires, 26 ene (dpa) - La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, anunció hoy la disolución de la Secretaría de Inteligencia (SI) y la creación de una Agencia Federal de Inteligencia, en medio de la incertidumbre que impera por la dudosa muerte del fiscal Alberto Nisman.
La mandataria precisó que la nueva repartición será conducida por un director general y un subdirector que serán designados por el Poder Ejecutivo y que "requerirán del acuerdo del Senado".
La presidenta realizó el anuncio en un mensaje de una hora y emitido por cadena nacional, en lo que fue su primer discurso público en un mes y también el primero desde la muerte del fiscal Nisman.
Fernández de Kirchner había vinculado en la última semana a los servicios de inteligencia con el resonante fallecimiento del fiscal, en circunstancias que la Justicia aún busca determinar.
Nisman llevaba adelante la investigación de la voladura de la mutual judía AMIA en Buenos Aires en 1994, el peor atentado en la historia argentina, donde hubo 85 muertos y cientos de heridos. Por la causa no hay condenados ni detenidos.
El fiscal había denunciado a mediados de enero a Fernández de Kirchner por encubrir presuntamente a los sospechosos iraníes del atentado contra la AMIA. Cuatro días después de hacer pública su denuncia, el fiscal fue hallado muerto con un disparo en la sien en el baño de su departamento.
En este sentido, la presidenta afirmó que "son absurdos" los argumentos presentados por Nisman en su contra. "No hay un solo abogado, un solo doctrinario, un solo magistrado, que una vez que se conoció la denuncia pueda creer que haya sido escrita por un abogado y mucho menos por un fiscal", indicó.
Desde que el fiscal presentó la denuncia contra la mandataria, el gobierno abonó la hipótesis de que se trata de una venganza de sectores de la SI, cuya cúpula fue reemplazada en diciembre por la jefa de Estado.
"Es descabellado desde lo político pensar que nuestro gobierno, que ha sido fundamental en la lucha contra el terrorismo, pueda siquiera ser sospechado" de una maniobra de encubrimiento, dijo la presidenta en un mensaje grabado, en el que se la pudo ver vestida absolutamente de blanco y en silla de ruedas, debido a la reciente fractura que sufrió en un tobillo.
Fernández de Kirchner afirmó que "nadie puede dudar" de "todo lo que hizo este gobierno" para que la investigación por la AMIA siga adelante.
Sobre la iniciativa para cambiar la estructura de los servicios de inteligencia, la jefa de Estado anunció el envío al Parlamento de un proyecto de reforma y convocó sesiones extraordinarias a partir del 1 de febrero.
A su vez, anunció que la idea es "transferir la totalidad del sistema judicial de escuchas" al Ministerio Público Fiscal, en razón de ser éste "el único ministerio extrapoder".
La jefa del Estado apeló al lenguaje popular para señalar que lo que se transferirá será el sistema utilizado "cuando se pinchan los teléfonos por orden judicial", conocido en la jerga de Inteligencia como "Ojota".
"A mí no me van a extorsionar, a mí no me van a intimidar, no les tengo miedo", dijo Fernández de Kirchner, que se mostró dispuesta a que "los jueces me citen" para brindar las explicaciones que sean necesarias.
Sobre el proyecto de ley para reformar los servicios de inteligencia, varios representantes de la oposición lanzaron críticas al argumentar que la iniciativa apunta a delegar el sistema de escuchas en el ministerio fiscal que encabeza Alejandra Gils Carbó, cuestionada por la oposición por un supuesto encolumnamiento con el gobierno.
Por otra parte, la presidenta relacionó a Diego Lagomarsino, quien declaró haberle prestado su arma al fallecido Nisman el día anterior de que el fiscal fuese hallado muerto, con el Grupo Clarín, por "ser hermano de uno de los integrantes del Estudio Jurídico Sáenz Valiente", socio del grupo comunicacional con el que el gobierno se mantiene enfrentado desde hace años.
"Esta persona es un feroz opositor al gobierno, pudimos ver en su Twitter las groserías, esos insultos dirigidos a la persona de la presidenta de la República", dijo la mandataria.
Lagomarsino, un colaborador cercano de Nisman y el último que lo vio con vida por lo que se sabe hasta el momento, fue imputado hoy formalmente por la Justicia por violar la Ley que establece que "será reprimido con prisión de un año a seis años el que entregare un arma de fuego por cualquier título a quien no acreditare su condición de legítimo usuario".
La ex esposa del fiscal, la jueza Sandra Arroyo Salgado, dejó ver su preocupación por la investigación que se lleva adelante por la la muerte dudosa de su ex marido.
"Hay algunas cuestiones que me preocupan", dijo la magistrada en declaraciones que publicó hoy el diario "El Cronista".
Arroyo Salgado, que declaró en la causa, tuvo dos hijas con Nisman y estaba separada hace algo más de tres años del fiscal. "Es un momento muy desconcertante y doloroso para todos nosotros", afirmó.
Consultada acerca de la posible causa de la muerte de su ex esposo, la jueza prefirió no formular ninguna conjetura para "no malograr la investigación".
La diputada nacional por Unión PRO, la opositora Patricia Bullrich, ratificó que Nisman "se sentía amenazado" y que le contó sobre escuchas "donde servicios secretos habían pasado información de su familia a uno de los imputados de la causa" de la voladura de la AMIA.
DPA