Grupos radicales continúan actos violentos con el objetivo de concientizar a la población sobre el caso de los 43 estudiantes desaparecidos.
Familiares de los 43 estudiantes desaparecidos en México se dirigieron al municipio de Tapla en el estado de Guerrero, para apelar a la solidaridad de la población, mientras grupos exaltados continúan acciones violentas como muestra de indignación.
Este contingente forma parte de las tres caravanas que desde el 13 de noviembre recorren el país para concienciar a la población sobre la tragedia de Iguala y en las que participa alrededor de medio millar de personas, entre familiares y compañeros de los desaparecidos.
Contrario a esto grupos más radicales de aproximadamente 50 licenciados de escuelas normales (para maestros) se apoderaron ayer de una decena de camiones de empresas de alimentos en Chilpancingo, la capital de Guerrero, y sustrajeron la mercancía para repartirla entre personas que se encontraban cerca.
En tanto la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) ha protagonizado algunos de los episodios más violentos de las protestas que se han producido a raíz de la desaparición de los estudiantes, incluyendo el incendio del Congreso estatal y el ataque a las oficinas del Partido Revolucionario Institucional (PRI, en el poder federal) esta semana en Chilpancingo.
En otras partes del país se registraron hoy acciones violentas en el contexto de las protestas por la desaparición de los estudiantes, como los ataques a las sedes de diversos partidos políticos en el suroccidental estado de Michoacán y en el oriental Veracruz.
El secretario de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio, advirtió ayer que el Gobierno federal actuará contra los grupos violentos, y subrayó que los padres de los desaparecidos "no están llamando ni a la violencia ni a este tipo de acciones que lastiman al resto de la sociedad". EFE
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