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La gran estrella de la selección portuguesa ya cayó en la final del 2004 y quiere revancha, pero sabe que ser totalmente visitantes será un contratiempo.
Cristiano Ronaldo afronta su segunda final en una Eurocopa. Ahora está en una situación opuesta a la que estaba en 2004, donde ellos eran los anfitriones. Ahora ese papel pertenece a su rival, Francia, y por ello "ellos son, en mi opinión, favoritos porque juegan en casa y eso es una gran ventaja", dijo en una entrevista realizada a la UEFA.
El atacante de Real Madrid afronta ilusionado esta revancha: "Todo el país va estar apoyando, pero esto es una final y veremos qué pasa. Vamos a estar preparados y no va a ser fácil batirnos. Desde que el torneo comenzó, nadie nos ha ganado, y espero que Francia tampoco lo haga".
CR7 es consciente de la importancia de la cita para Portugal. En 2004 eran los favoritos ante Grecia y fallaron ante su público, en Lisboa. En esta edición han ido de menos a más y ahora está muy cerca de sumar su primer título con la 'Seleçao': "Esto es algo que siempre he soñado. Sería un gran logro el poder ganar algo con Portugal. Mis dedos están cruzados porque creo, mis compañeros creen, toda Portugal cree y la comunidad portuguesa que vive en Francia también", comentó.
El cuatro veces Balón de Oro es, junto a Ricardo Carvalho, el único sobreviviente de la Euro de hace 12 años después y por eso quieren cambiar la historia: "Es único, un sentimiento de alegría enorme, porque estar en la final es algo que quería volver a conseguir. Ahora tendré la suerte, si todo va bien, de jugar el domingo una segunda final con Portugal", explicó.
Cristiano es consciente de que Francia saltará al césped parisino con la ropa de favorito, pero es solo un partido, esa es su mentalidad: "En una final todo puede pasar. Sabemos que nos vamos a enfrentar a un gran rival, a una gran selección, pero es una final y todo es posible. Será un partido complicado para todos nosotros", recalcó.
En las semifinales ante Gales, el 7 igualó la marca de Platini de goles en la competencia europea, pero eso no lo tiene obsesionado: "Estas cosas terminan pasando. No quiero obsesionarme mucho con los récords. Van llegando. Está bien pero nada más. Me siento bien, joven y fuerte. Así que lo que me preocupa ahora es seguir con este éxito", explicó.
Ronaldo llega a este partido con 31 años. La próxima Eurocopa, en caso de clasificarse, la viviría con 35 años, lo que podría significar esta edición como la última o penúltima de su carrera internacional. Sin embargo, todavía no piensa en ello y concluye con un mensaje positivo: "Tenemos que ser positivos. El domingo será la primera vez que Portugal gane un trofeo importante".