
El director técnico de la Celeste, que llamó la atención con su estado durante la Copa América, sufre un trastorno autoinmunitario que necesita de un lagar tratamiento para curarlo.
Óscar Tabárez padece una enfermedad neurológica conocida como el síndrome Guillain-Barré que contren 47,5 de cada 100.000 personas en el mundo.
Se trata de un trastorno neurológico autoinmune en el que el sistema inmunitario del cuerpo ataca a una parte del sistema nervioso periférico.
De esta forma, la mielina, que es la capa aislante que recubre los nervios no pueden enviar las señales de forma eficaz y los músculos pierden su capacidad de responder, por eso las imágenes del Maestro en los entrenamientos sobre un carro a motor.
La noticia sobre la saludo de Tabárez llegó a Europa y Milan, equipo que dirigió en 1996, le mandó un mensaje de apoyo: "Forza maestro!".