El entrenador de Universidad Católica, Mario Salas, exteriorizó este martes una profunda autocrítica respecto a las expulsiones consecutivas que ha sufrido en el Torneo de Clausura, negando de paso que exista una persecución en su contra.
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Su temperamento y la manera de sentir los partidos le han jugado a Salas una mala pasada en los últimos pleitos ante Santiago Wanderers, en Valparaíso, y Palestino, en San Carlos, al ser enviado tempranamente a los camarines por decisión de los árbitros Jorge Osorio y Carlos Ulloa, respectivamente.
Frente a esto, el ex estratega de Huachipato aclaró en rueda de prensa que "no hay persecución. No puedo pensar que hay una predisposición para expulsar a alguien. Fue algo accidental. No voy a dejar de vivir el fútbol con la pasión que siento. Pero tengo que tener la humildad para mejorar".
"Tengo que tener un crecimiento que no genere estas situaciones, y que no afecté al equipo. Hay que tener altura de miras. Tengo que seguir creciendo como técnico", agregó el 'Comandante'.
Por otro lado, Salas no descartó del todo al capitán Cristián Alvarez para el duelo de este domingo ante O'Higgins, en Rancagua por la séptima fecha del Clausura, y destacó su entrega frente a Palestino al jugar durante 35 minutos con una lesión en la uretra.
"Cristián vino hoy al entrenamiento, estará en observación hasta el jueves, día en que se hará una evaluación física y futbolística para saber si puede estar el domingo. Lo que hizo Álvarez (ante los 'árabes') es una muestra del compromiso que hay en estos jugadores", indicó el técnico.
Por último, Salas destacó el rendimiento exhibido por sus dirigidos en la victoria 3-2 sobre los pupilos de Pablo Guede, pese a enfrentar la brega con las sensibles bajas de Roberto Gutiérrez, Mark González y Tomás Costa.
"Estoy muy contento con lo que hicimos frente a Palestino. Creo que estuvimos a la altura", sentenció.
pn/gm
Agencia Uno
