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En San Carlos todo fue algarabía y festejos, mientras que en Rancagua todo era decepción y penas.
Fue una definición infartante que dejó a la Universidad Católica como el único monarca del fútbol chileno, en un Torneo de Clausura marcado por la irregularidad del nivel de juego mostrado por los equipos.
Los cruzados vencieron al Audax Italiano en la agonía y gracias a la derrota de O'Higgins ante la Universidad de Concepción, el conjunto de la precordillera logró bajar su undécima estrella y sacarse así, la mofa que ya los estigmatizaba como el equipo del segundo lugar.
Algarabía, festejos y alegría se vivieron en San Carlos de Apoquindo, mientras que en el Estadio El Teniente de Rancagua todo era decepción, frustración y penas.
Revive aquí las mejores imágenes de lo que fue la gran definición: