El portugués sufrió las duras entradas de Payet y Evra y, aunque intentó volver a jugar con una venda, terminó retirándose llorando y en camilla.
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La final de la Eurocopa 2016 perdió a una de sus máximas figuras. A pocos minutos del inicio del encuentro entre Francia y Portugal, Cristiano Ronaldo sufrió dos duras entradas de Dimitri Payet y Patrice Evra que le impidieron continuar jugando y lo obligaron a abandonar la cancha con lágrimas en los ojos.
El delantero intentó hacer frente al dolor en su rodilla izquierda y volvió a ingresar al campo de juego con una venda, pero a los 25 minutos terminó pidiendo el cambio definitivo y fue retirado en camilla en medio de un llanto desconsolado.
Cristiano buscaba tomarse revancha luego de la final perdida ante Grecia hace 12 años, pero finalmente tendrá que mirar lo que resta del partido desde afuera. Esta situación también preocupa a Real Madrid, dado que podría tratarse de una lesión de consideración.
