Luego de su dimisión al ente rector del fútbol mundial, el aun presidente de la entidad, tampoco viajó de momento al Mundial femenino que se juega en Canadá desde el 6 de junio.
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El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, canceló el viaje que tenía previsto hacer a Nueva Zelanda para ver en directo la final del Mundial sub 20 y sigue así sin abandonar Suiza desde que estalló el escándalo de corrupción en el ente rector del fútbol.
"Debido a sus compromisos actuales en Zúrich, el presidente de la FIFA no podrá viajar a Nueva Zelanda", señaló hoy el organismo en un comunicado. La final del Mundial sub 20 se jugará el sábado en Auckland.
Blatter tampoco viajó de momento al Mundial femenino que se juega en Canadá desde el 6 de junio. Y en la próxima reunión extraordinaria del comité ejecutivo de la FIFA tampoco necesitará salir del país, ya que se realizará el 20 de julio en los cuarteles centrales del organismo en Zúrich.
La sede de la reunión del ejecutivo, en la que se fijará la fecha del Congreso extraordinario en el que se elegirá al sucesor de Blatter -anunció su marcha cuatro días después de ser elegido-, causó una gran sorpresa. Pocos días después casi todos los funcionarios más importantes del fútbol internacional se reunirán en San Petersburgo para el sorteo de los grupos clasificatorios para el Mundial de Rusia 2018.
Las últimas decisiones de Blatter aumentan las especulaciones de que no quiere abandonar Suiza, lo cual fue rechazado recientemente por la entidad.
Blatter no fue imputado en las investigaciones de la justicia estadounidense que terminaron con varios altos cargos detenidos, aunque los medios norteamericanos señalaron que el suizo está en la mira de las autoridades.
Adonde no viajará tampoco el suizo es a Oslo, ya que el Centro Nobel de la Paz anunció hoy que pondrá fin a los acuerdos de cooperación que tiene con la FIFA.
El centro noruego y la FIFA lanzaron en 2014 el programa "Handshake for Peace" (apretón de manos por la paz) en varios niveles del fútbol profesional. La iniciativa obligaba a los capitanes y al árbitro a estrecharse la mano no sólo antes, sino también después del partido.
"La junta pide a la administración que ponga fin a la cooperación con la FIFA tan rápido como las circunstancias lo permitan", comunicó el Centro Nobel de la Paz, situado en Oslo.
La FIFA se mostró "reacia a aceptar" la decisión del Centro Nobel de la Paz y aseguró que los apretones de manos se seguirán haciendo de acuerdo a la iniciativa en los eventos futuros.
"Estamos decepcionados por haber conocido la intención del Centro Nobel de la Paz a través de los medios", señaló la federación internacional.
En medio de las turbulencias, Blatter puede contar al menos con el apoyo del triniteño Jack Warner, ex presidente de la Concacaf (Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol) y figura clave en el escándalo que salpica a la FIFA.
"He trabajado 30 años con Blatter. Sé lo que es la lealtad. Cuando alguien está en el suelo o aparentemente está en el suelo no voy a aplastarlo más", dijo en recientes declaraciones al "Trinidad and Tobago Guardian".
"Hay gente en este país a la que le gusta demonizar. Yo no soy así, no esperen que digan nada a nadie sobre la FIFA o Blatter", señaló Warner, quien dos semanas antes había prometido una "avalancha de revelaciones".
Warner es uno de los 14 imputados por la justicia estadounidense y se encuentra bajo pedido de extradición, aunque de momento está libre en su país tras el pago de una fianza de 2,5 millones de dólares. Por esa investigación, ocho personas ligadas al fútbol, entre ellos los vicepresidentes de FIFA Eugenio Figueredo y Jeffrey Webb, se encuentran detenidos.
Ante los escándalos de corrupción que salpican a la FIFA, Blatter anunció el 2 de junio que dejará su cargo tras 17 años como presidente y tan solo cuatro días después de haber sido reelecto.
El suizo seguirá de todas formas al frente del organismo hasta que se lleve a cabo el Congreso extraordinario en el que se elegirá a su sucesor.
Pn/co
DPA
