Tributos devengados bajaron en un 9,7% en términos reales respecto del año anterior, pasando de US$17.513 millones a US$ 15.818 millones.
El desempeño de la economía en 2023 (0,2%) tuvo efectos en los resultados de la operación renta 2024, que dio cuenta de la actividad productiva del año comercial anterior.
Según consigna El Mercurio, estadísticas del Servicio de Impuestos Internos (SII) mostraron que el total de gravámenes disminuyó en un 9,7% en términos reales respecto al año anterior, pasando de US$ 17.513 millones a US$ 15.818 millones, equivalente a una menor recaudación de US$ 1.695 millones.
La contratación responde a una caída liderada por el impuesto de primera categoría, que decrece 10,7% (US$ 1.519 millones), explicando el 89,6% del total. Por su parte, las bajas en impuesto adicional, específico a la actividad minera y el conjunto de partidas agrupadas en otros alcanzaron a un 29% (US$ 428 millones), explicando un 25,8% de la variación total.
En tanto, el impuesto global complementario y el impuesto adicional a las empresas del Estado, en conjunto, aumentaron en un 14% (US$ 261 millones), lo que compensa parcialmente la caída observada en las partidas de tributos corporativos.
Los datos del SII también muestran la evolución de los impuestos devengados en los últimos cuatro ejercicios. Ahí se observa una recuperación tras la pandemia, para luego seguir una ruta de ajuste para los años 2022 y 2023 (años tributarios 2023 y 2024, respectivamente).
Según el SII, “el bajo valor en el año tributario 2021 se puede explicar en gran parte por el confinamiento de la pandemia, que afectó a la economía del año comercial 2020. Seguidamente, hubo una fuerte recuperación en 2022, impulsada por la reactivación derivada de la reapertura de la economía”.
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