De igual forma, el cura jesuíta indicó que espera ver en la administración de Gabriel Boric un enfoque centrado en el diálogo, así como “una mirada más humana de los migrantes".
“Este gobierno hace tiempo que no gobierna y menos en este tema. Es mejor esperar autoridades nuevas, con una nueva mirada y que hagan realidad lo que cantamos con tanta pasión en los estadios, de que Chile es el asilo contra la opresión”.
Con estas declaraciones, el sacerdote jesuita Felipe Berríos criticó la gestión migratoria del gobierno de Sebastián Piñera, y que ha redundado en un creciente sentimiento de rechazo hacia los migrantes que intentan establecerse en Chile con el fin de mejorar sus condiciones de vida.
En ese sentido, el cura expresó su esperanza en que el nuevo gobierno, encabezado por Gabriel Boric, realice una gestión más inteligente frente a la cuestión migratoria, aun cuando reconoce que “no tiene una vara mágica para resolver un problema complejo y múltiple como es el de la migración, que entre otros tiene un aspecto migratorio, otro de seguridad, otro de centralismo, etc”.
No obstante, Berríos aclaró a El Mercurio que al menos verá en la nueva administración un enfoque centrado en el diálogo, así como “una mirada más humana de los migrantes, que puede ayudar mucho a una buena resolución del conflicto”.
Asimismo, el jesuita, quien reside en Antofagasta, pidió despolitizar el tema y dejar de simplificarlo en función de las miradas ideológicas que cada uno tiene, y que atribuye al adversario político intencionalidades que se construyen sobre caricaturas.
“Si alguien es de izquierda, se piensa que cree que no debe haber ninguna traba para la migración y se debe dejar entrar a cualquiera”, señaló Berríos, mientras que “por otro lado, si alguien es de derecha, se piensa que no debería entrar nadie, como si esto fuera posible o exigir visas a quienes no pueden sacarlas. Estas simplificaciones impiden soluciones adecuadas y realistas”.
Sobre la nueva Ley de Migraciones y Extranjería que entró en vigencia, Berríos advirtió que la normativa será letra muerta “si la actitud hacia la migración es de rechazo y al mismo tiempo que se aplica la ley, se comunica al país solo aspectos negativos de la migración”.
PURANOTICIA