El extitular de Educación sostuvo que la normalización de la violencia "lamentablemente nos pasó la cuenta ya mucho tiempo".
El exministro de Educación, Raúl Figueroa, se refirió al incidente registrado en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), donde más de 30 estudiantes resultaron con quemaduras de diversa consideración por una reacción química entre una bomba incendiaria y un contenedor con líquido inflamable, mientras se preparaba una manifestación, presuntamente, en las afueras del colegio.
En entrevista con radio Agricultura, el exsecretario de Estado consideró lo ocurrido como “una tragedia en muchísimos sentidos. Primero, obviamente, lo más importante, la situación de riesgo vital en la que se encuentran cinco jóvenes. Son más de 30 los que están afectados físicamente, psicológicamente. Hay una situación humana muy compleja, muy dramática”.
“Pero también es una situación trágica por la señal que esto nos da respecto de los niveles que la violencia ha alcanzado en algunos espacios educativos. Llevamos varios años ya con situaciones violentas”, añadió.
“Es un extremo de violencia que nos obliga a ya no solo reflexionar, sino que a tomar medidas y a generar un verdadero consenso respecto de cómo estos temas se van a abordar”, planteó Figueroa.
“Lamentablemente, lo que ha ocurrido por mucho tiempo es que ciertos sectores fueron normalizando la violencia, y eso derivó en, por un lado, una pérdida brutal de autoridad en algunos establecimientos educacionales, y por otro, que ciertos grupos, muchas veces anarquistas u otros que tienen propósitos políticos todavía difíciles de identificar, pero que claramente intervienen, van aprovechando estos espacios de pérdida de autoridad, para instalar focos de violencia que desestabilizan”, explicó la exautoridad.
“Y donde grupos pequeños, pero evidentemente muy violentos, van alterando y afectando la vida de miles de jóvenes que buscan otra cosa en los establecimientos educacionales”, complementó.
“Esa normalización de la violencia lamentablemente nos pasó la cuenta ya mucho tiempo, y esto marca o debiese marcar un punto de inflexión en término de cómo nos vamos a comportar, y cómo ciertos grupos particulares que normalizaron esa violencia van a reaccionar frente a estas situaciones”, finalizó el exministro de Educación.
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