
La Contraloría General de la República determinó que la exjefa comunal debió consultar al Concejo Municipal de Ñuñoa antes de renunciar.
La salida de Emilia Ríos de su cargo de alcaldesa de Ñuñoa, luego de ser derrotada por Sebastián Sichel en la última elección municipal, para asumir la subsecretaría del Deporte continúa teniendo repercusión.
La Contraloría General de la República determinó que la exjefa comunal debió consultar al Concejo Municipal de Ñuñoa antes de renunciar.
Ríos dejó el cargo el 13 de noviembre de 2024 para postular a un puesto de elección popular, pero al día siguiente fue nombrada subsecretaria del Deporte.
Diputados de oposición y un exconcejal solicitaron un pronunciamiento sobre la legalidad de su renuncia, y Contraloría resolvió que esta debió ser aprobada por el Concejo Municipal. La entidad argumentó que, al asumir como subsecretaria, su dimisión no se ajustó a la excepción legal que permite renunciar sin el acuerdo del Concejo.
El informe enfatiza que la Ley N° 18.695 establece que el cargo de alcalde es incompatible con otras funciones públicas remuneradas con fondos estatales. Por lo tanto, al asumir como subsecretaria, Ríos dejó de ser alcaldesa automáticamente, lo que plantea interrogantes sobre la correcta aplicación del procedimiento de renuncia.
El actual jefe comunal, Sebastián Sichel, criticó la gestión de Ríos, señalando que incluso su renuncia fue mal ejecutada, y adelantó que buscarán responsabilidades por el proceso irregular.
También señaló que este caso refleja una falta de planificación y rigor administrativo, afectando la institucionalidad municipal y generando incertidumbre sobre futuras renuncias en condiciones similares.
PURANOTICIA