El Instituto de Salud Pública (ISP) ha detectado la presencia de rabia en 137 murciélagos en lo que va del año a nivel nacional.
Con el alza de las temperaturas, es común observar más insectos y animales. Entre estos últimos se encuentran los murciélagos. Y si bien se trata de una especie protegida, también son considerados como “reservorio natural” del virus de la rabia, el cual puede transmitirse a perros, gatos y personas.
El Instituto de Salud Pública (ISP) ha detectado la presencia de rabia en 137 murciélagos en lo que va del año a nivel nacional.
De hecho, en la capital se ha registrado un aumento: la Seremi de Salud de la Región Metropolitana informó que van 46 murciélagos con el virus, una cifra superior a los 38 casos reportados en 2024.
“Es muy importante mantener a las mascotas vacunadas”, explica Michelle Lineros, jefa de la Sección Rabia del Instituto de Salud Pública. Detalla que los animales de compañía pueden vacunarse a partir de los dos meses de edad, “y luego se debe seguir el esquema indicado por el fabricante del fármaco”.
“Es crucial que estén protegidos y comunicar a la autoridad sanitaria si la mascota está o no vacunada, para definir los pasos a seguir. Si se encuentra un murciélago y este resulta positivo, hay un esquema establecido para las mascotas que pudieron estar en contacto”, plantea.
Añade que “es necesario eliminar el miedo que aún tienen algunos dueños de perder a su perro o gato en estos casos, y enfatiza que existen protocolos específicos para prevenir la rabia”.
MEDIDAS SANITARIAS
La rabia es una enfermedad de transmisión de animal a humano, cuyos síntomas se asocian a una encefalitis aguda que se manifiesta como una fiebre cerebral de progresión mortal, aunque es prevenible mediante vacunación. El contagio ocurre a través de la saliva de un animal infectado, generalmente por una mordedura o rasguño.
La Seremi de Salud Metropolitana detalla que “la vigilancia del virus se realiza en todo el territorio. Para ello, se lleva a cabo la observación de animales mordedores notificados como accidentes por mordedura en establecimientos de salud pública y privada, con el fin de descartar la presencia de rabia. Paralelamente, se coordina la vacunación antirrábica de las personas involucradas”, señala la Seremi.
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