Suecia y Dinamarca han estado investigando cuatro agujeros en los gasoductos submarinos que llevan gas natural de Rusia a Alemania bajo el mar Báltico.
Autoridades en Suecia confirmaron este viernes que las explosiones que destruyeron secciones de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 fueron actos de sabotaje.
Suecia y Dinamarca han estado investigando cuatro agujeros en los gasoductos submarinos que llevan gas natural de Rusia a Alemania bajo el mar Báltico.
La Autoridad Fiscal de Suecia confirmó que un acto de flagrante sabotaje había tomado lugar.
"Los análisis realizados encontraron rastros de explosivos en varios objetos extraños recuperados en el lugar", declaró en un comunicado el fiscal Mats Ljungqvist, que lidera las investigaciones preliminares.
El comunicado de Ljungqvist añadió que la investigación es muy compleja y amplia, y que están efectuando más análisis técnicos para "llegar a conclusiones más confiables respecto al incidente".
La Autoridad Fiscal de Suecia dijo que "las investigaciones en curso demostrarán si algún sospechoso puede ser formalmente identificado".
La entidad se abstuvo de dar más detalles.
El 26 de septiembre 2022, se detectaron cuatro grandes fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 cerca de la isla de Bornholm, Dinamarca, poco después de que los institutos sísmicos registraran dos temblores que no eran consistentes con movimientos telúricos.
El operador de Nord Stream 1 dijo en su momento que las líneas submarinas sufrieron simultáneamente daños "sin precedentes" en un día, mientras los operadores de Nord Stream 2 advirtieron sobre una pérdida de presión en la tubería.
"No hay duda de que se trató de explosiones", dijo entonces Bjorn Lund, del Centro Nacional de Sismología de Suecia, citado por los medios locales.
Los investigadores ya habían comentado sus sospechas de sabotaje tras las inspecciones preliminares.
Mientras las fugas sucedieron en aguas internacionales, dos de estas estaban en la zona económica exclusiva de Dinamarca y otras dos en la de Suecia.
A finales de octubre, Nord Stream envió un buque civil de bandera rusa a inspeccionar los daños en la zona sueca.
Los gasoductos, que conectan a Rusia con Alemania, han estado en el centro de la tensión geopolítica desde que Rusia cortó sus suministros de gas a Europa, en una supuesta represalia por las sanciones de Occidente por la invasión de Moscú a Ucrania.
Aunque los gasoductos no estaban en operación cuando ocurrieron las fugas, ambos seguían conteniendo gas que se escapó a través del agua a la atmósfera. Esto generó advertencias de un riesgo al público y temores de daños ambientales.
Un diario de Suecia, Expressen, reportó el 18 de octubre que una sección de por lo menos 50 metros había desaparecido del gasoducto Nord Stream 1, después de tomar lo que dijo que eran las primeras imágenes publicadas del daño.
Todavía no está claro quién podría ser responsable de las rupturas en los gasoductos, y tanto Rusia como algunos países de Occidente se intercambiaron acusaciones.
El gobierno de Ucrania aseguró que las fugas fueron provocadas por Rusia en un "ataque terrorista".
Moscú negó estar detrás de las explosiones. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, desestimó las acusaciones de sabotaje como "predecibles, estúpidas y absurdas".
Washington y Moscú también se han acusado mutuamente de estar involucrados, aunque ambos lo han negado.
El mes pasado, el Ministerio de Defensa de Rusia señaló que personal de la marina británica había volado los gasoductos, una afirmación que Londres tildó de falsa y diseñada para distraer de las fallas militares rusas en Ucrania.
Por otra parte, Peskov declaró que Rusia esperará hasta que haya una completa evaluación del daño a los gasoductos antes de decidir si emprenderá algunas reparaciones.
(Imagen portada: EFE)
PURANOTICIA // BBC MUNDO