Antes de su veredicto, la familia de Ahmaud Arbery pidió los castigos más duros posibles para los tres hombres como una forma de lograr "el cierre de un capítulo difícil" en sus vidas.
Un padre y un hijo blancos condenados por matar a un corredor afroamericano en el sur de Estados Unidos fueron sentenciados este viernes a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
El pasado noviembre, un jurado declaró a Travis y Gregory McMichael y a su vecino, William Bryan, culpables del asesinato de Ahmaud Arbery en febrero de 2020.
Bryan también recibió la pena máxima de cadena perpetua, pero se le ofreció la posibilidad de optar a la libertad condicional en 30 años.
El juez guardó un minuto de silencio por el "cruel" asesinato de Arbery.
Antes de su veredicto, la familia Arbery pidió los castigos más duros posibles para los tres hombres como una forma de lograr "el cierre de un capítulo difícil" en sus vidas.
El caso ha planteado interrogantes sobre la justicia racial en el sur de Estados Unidos.
Arbery, de 25 años, residente de Brunswick, Georgia, estaba corriendo en una zona residencial predominantemente blanca cuando el trío lo persiguió y lo arrinconó en camionetas antes de que el joven McMichael le disparara durante una pelea.
Los acusados argumentaron que actuaron en defensa propia al intentar hacer el arresto ciudadano de un presunto ladrón, pero los fiscales sostuvieron que la raza fue un factor.
Gregory McMichael, de 66 años, su hijo Travis, de 35, y Bryan, de 52, fueron declarados culpables de asesinato, agresión con agravantes, detención ilegal e intención de cometer un delito grave.
El juez Timothy Walmsley dijo: "Tomar la ley en sus propias manos es una empresa peligrosa".
Manteniendo un minuto de silencio para marcar "una fracción del tiempo que Ahmaud Arbery estuvo corriendo en Satilla Shores", el juez dijo que "seguía volviendo al terror que debió haber en [su] mente".