Nacido en Bogotá en 1962, el magistrado es el menor de seis hermanos y su padre trabajó en los servicios de inteligencia colombianos, según New York Times.
El juicio penal contra el expresidente Donald Trump por el “caso Stormy Daniels” entró este lunes en una fase crucial.
El exmandatario está acusado de falsificar documentos para ocultar un presunto pago a la actriz porno con el fin de comprar su silencio sobre una supuesta relación que mantuvieron, y así proteger su campaña electoral de 2016, algo que él niega.
Las partes expondrán sus argumentos en la segunda etapa de este juicio considerado histórico, ya que por primera vez un expresidente estadounidense afronta un caso penal.
En este proceso, que se espera se prolongue durante varias semanas, ha llamado la atención la figura de Juan Manuel Merchan, juez de origen colombiano que está a cargo del tribunal de Manhattan en el que se juzga a Trump.
El exmandatario y el magistrado del caso mantienen una pugna que ha trascendido los límites del juicio y que cuenta con precedentes.
Juan Merchan presidió en 2022 el juicio por fraude fiscal en el que fue condenado el director financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg.
También es el juez del caso de fraude y lavado de dinero contra Steve Bannon, aliado incondicional de Trump.
Este es, sin embargo, el caso de más alto perfil que ha pasado por la sala de Merchan en sus 17 años como magistrado de la Corte Suprema en el condado de Nueva York.
Trump, por su parte, criticó en las redes sociales al juez, a quien acusó repetidamente de corrupción y de sentir odio hacia él.
El exmandatario y probable candidato republicano en las elecciones presidenciales de noviembre en EE.UU. ha formulado acusaciones similares contra varios jueces y fiscales en los diversos juicios que ha enfrentado en los últimos meses.
Algunos analistas conservadores han puesto en duda la imparcialidad de Merchan después de que se supiera que el juez había donado US$35 a los demócratas en las elecciones de 2020.
La cantidad incluía una donación de US$15 a la campaña de Joe Biden, informó NBC News, así como otras dos de US$10 a grupos llamados Progressive Turnout Project (“Proyecto de Participación Progresista”) y Stop Republicans (“Paremos a los Republicanos”).
El estado de Nueva York, siguiendo las directrices de la Asociación de Abogados de Estados Unidos, prohíbe a los jueces hacer contribuciones a organizaciones o candidatos políticos.
Aunque la donación a Biden, y posiblemente también la donación a Stop Republicans, estarían prohibidas, serían "consideradas triviales, especialmente teniendo en cuenta las pequeñas sumas", declaró a BBC News Stephen Gillers, experto en ética jurídica de la Universidad de Nueva York.
El juez Merchan no se apartó del caso pese a estas revelaciones y desde entonces el asunto ha ido perdiendo relevancia mediática.
La hija del juez, Loren Merchan, ha estado en el centro de una polémica aún mayor sobre el conflicto de intereses en este caso.
Merchan es presidenta de Authentic Campaigns, una firma que ha trabajado en la recaudación de fondos digitales y publicidad para clientes demócratas, entre ellos Biden y el congresista Adam Schiff, quien lideró los esfuerzos del juicio político contra Trump.
Trump ha presionado para que se aparte al juez del caso citando el puesto de su hija, pero sus intentos han fracasado.
El juez Merchan consultó al Comité Asesor sobre Ética Judicial del Estado de Nueva York, que determinó que "el asunto que se encuentra actualmente ante el juez no involucra ni a la familia del juez ni los asuntos de la familia, ya sea directa o indirectamente".
Una vez establecido esto, el juez rechazó abandonar el caso.
Trump también criticó a Loren Merchan en las redes sociales, lo que provocó que el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, solicitara una ampliación de la orden de silencio contra el expresidente que incluyera a la familia del juez.
El juez Merchan aprobó la solicitud.
La orden prohíbe a Trump hacer comentarios sobre testigos, miembros del jurado, personal del tribunal, abogados de la acusación y sus familias, si bien no impide a Trump hablar sobre el juez o el fiscal Bragg.
Merchan señaló que los comentarios sobre su hija "indudablemente interferirían con la justa administración de justicia y constituyen un ataque directo al propio Estado de Derecho".
Trump ha criticado la orden de silencio por violar su derecho constitucional a la libertad de expresión.
Emigrado a EE.UU. con su familia cuando tenía 6 años, fue el primero de su familia en ir a la universidad (según fuentes citadas por el diario neoyorkino) y comenzó su carrera jurídica en 1994, cuando se graduó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Hofstra.
Trabajó como fiscal en la Fiscalía de Distrito del Condado de Nueva York y como fiscal general adjunto en los condados de Nassau y Suffolk antes de ser nombrado juez del tribunal de familia en 2006.
El juez Merchan se encarga de asuntos penales en la Corte Suprema del condado de Nueva York desde 2009.
"Es un jurista serio, inteligente y de temperamento ecuánime", indicó Ron Kuby, abogado de defensa penal de Manhattan, a NBC News.
Afirmó de Merchan que “no es uno de esos jueces que les grita a los abogados” y se caracteriza por ser “un juez sensato” que “siempre tiene el control de la sala del tribunal".
En el caso contra la Organización Trump, el juez Merchan insistió en que los cargos no tenían en absoluto motivaciones políticas, pese a que el abogado defensor de la corporación argumentaba que el director financiero de la misma, Allen Weisselberg, estaba recibiendo ataques por su asociación con el expresidente.
(Imágenes: The New York Times, Getty Images, Getty)
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