
Y como ocurre tras el fallecimiento de cada Sumo Pontífice, la Iglesia Católica ya ha puesto en marcha el proceso centenario de elección de una nueva autoridad religiosa.
Luego de 12 años como máximo líder de la Iglesia Católica, este lunes 21 de abril falleció el Papa Francisco, a los 88 años, y en su residencia de Santa Marta, en el Vaticano.
Y como ocurre tras el fallecimiento de cada Sumo Pontífice, ya se ha puesto en marcha el proceso centenario de elección de una nueva autoridad religiosa.
En ese sentido, las funciones oficiales quedan a cargo del camarlengo o chambelán del Papa, cargo que ocupa el cardenal irlandés-estadounidense Kevin Farrell. De hecho, fue él quien comunicó el deceso de Jorge Mario Bergoglio la madrugada de este lunes.
Será el mismo camarlengo quien tendrá la misión de cerrar y sellar la residencia personal del Papa Francisco, quien vivió en una suite ubicada en la casa de huéspedes de Santa Marta, y no en un apartamento del Gran Palacio Apostólico.
Junto a destruir el anillo y sello de plomo utilizado por el Pontífice argentino, Kevin Farrell anunció los nueve días de duelo en el Vaticano, cuyos actos oficiales deben comenzar entre el cuarto y el sexto día después del fallecimiento del Santo Padre.
De momento, lo que se sabe es que el miércoles por la mañana podrían ser trasladados los restos del Papa Francisco hasta la Basílica de San Pedro, decisión que de todas maneras será tomada por tres cardenales durante este martes 22 de abril.
Además, vale recordar que el Pontífice solicitó que su cuerpo no fuera colocado sobre una plataforma elevada en medio de la basílica para que sea apreciado por los feligreses, sino que la ceremonia será en un ataúd al que se le retirará su tapa.
A diferencia de lo que ha ocurrido históricamente, Francisco será el primer Papa en más de un siglo que no será enterrado en el Vaticano, pues sus restos descansarán –por su propia elección– en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
Bergoglio también pidió ser enterrado en un sencillo ataúd de madera, a diferencia de sus predecesores, que fueron depositados en los tradicionales ataúdes con tres nidos hechos de ciprés, plomo y roble, para luego ser despedidos en la Plaza de San Pedro.
La nueva máxima autoridad de la Iglesia Católica deberá ser elegida por los máximos responsables de esta religión, vale decir, el conocido Colegio Cardenalicio.
Si bien, son 252 los cardenales católicos, sólo 135 pueden votar por el nuevo Papa, ya que son menores de 80 años. Los restantes pueden participar del debate.
De este número, vale recordar que son todos hombres, nombrados directamente por el Sumo Pontífice y generalmente ordenados como obispos.
Una particularidad un tanto desconocida es que cualquier hombre católico bautizado puede ser considerado para la elección como pontífice. No obstante, los cardenales prefieren elegir a uno de ellos para asumir el máximo cargo de la Iglesia Católica.
En cuanto a la elección, los precedentes históricos dan cuenta que los cardenales son mucho más propensos a elegir a un europeo, especialmente a un italiano. Bien vale recordar que el argentino Francisco fue el primer latinoamericano en llevar las riendas de la Iglesia, recordando que la región tiene el 28% de los católicos del mundo.
De los 266 papas elegidos hasta la fecha, 217 han sido italianos.
Tras la muerte del Papa Francisco, los cardenales han comenzado a ser convocados a una reunión en el Vaticano, para dar paso al cónclave, es decir la elección.
Durante este periodo, es el Colegio Cardenalicio quien gobierna la Iglesia Católica.
Acerca de la elección, ésta se llevará a cabo al interior de la Capilla Sixtina y bajo completa confidencialidad. Cada voto es individual y el proceso puede tardar días. De hecho, en la historia hay cardenales que han fallecido durante los cónclaves.
La única pista sobre el desarrollo de la elección de un nuevo Pontífice es el humo que emerge dos veces al día por la quema de las papeletas de los cardenales. Cuando es negro, quiere decir que no hubo consenso entre los cardenales. No osbtante, cuando la fumata es blanca significa que se ha elegido a un nuevo Papa.
Una vez que ocurre esto, el nuevo Pontífice aparece en el balcón de la Plaza de San Pedro para saludar a los miles de feligreses congregados, quienes escuchan al cardenal de mayor rango decir «Habemus Papam» (tenemos un Papa, en latín), para luego presentar a la nueva autoridad de la Iglesia Católica con su nuevo nombre papal.
PURANOTICIA