"Bolivia no podía seguir funcionando con las normas de los últimos 20 años, normas de saqueo", sostuvo el presidente en un mensaje en el que apuntó directo a las casi dos décadas de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS).
El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, anunció el fin de la subvención de los combustibles y remarcó la importancia de "sincerar" los precios de los hidrocarburos en el país.
"Asumimos el gobierno de un país profundamente herido en su economía, en sus reservas, sin dólares, con una inflación creciente, sin combustibles y con un Estado que fue vaciado desde adentro", describió Paz en un mensaje televisado.
"La quita de subsidios mal diseñados del pasado no significa abandono, sino orden, justicia, redistribución real, clara y transparente. Los subsidios que se usaron para esconder el saqueo no volverán a condenar a Bolivia", agregó el presidente.
Paz, rodeado de sus ministros, emitió en la noche del miércoles un decreto en el que declaró la "emergencia económica, energética y social" y un paquete de reformas económicas con las que busca restablecer la estabilidad y la inversión en Bolivia.
"Bolivia no podía seguir funcionando con las normas de los últimos 20 años, normas de saqueo", sostuvo el presidente en un mensaje en el que apuntó directo a las casi dos décadas de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS).
Paz calificó el decreto como una "decisión histórica de salvataje de la patria" que permitirá "actuar rápido, coordinar al Estado y tomar acciones firmes para estabilizar la economía, proteger a las familias bolivianas y crecer produciendo".
Paz asumió la presidencia con el mandato de resolver la escasez de combustible que golpeó a Bolivia en el último año, un problema que sigue siendo una de las principales preocupaciones de los bolivianos.
Antes del anuncio, el litro de diésel y gasolina se vendía en Bolivia a un precio subsidiado de US$0,53, que se mantiene estable desde hace más de 20 años y que anualmente representa un costo al Estado de más de US$2.000 millones, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior.
El decreto anunciado por Paz habilita el incremento de los precios de la gasolina que pasará a costar 6,96 bolivianos por litro, equivalente a un dólar, mientras que la gasolina premium estará a US$1,58 y el litro de diésel a US$1,40, según el decreto.
La medida fue recibida con incertidumbre por parte de los bolivianos, quienes formaron largas filas en las gasolineras para abastecerse de combustible una vez finalizado el discurso de Paz en la noche del miércoles.
Los sindicatos de transportistas respondieron con críticas y amenazas de protestas. El dirigente del sindicato Transporte Libre de La Paz, Limbert Tancara, sostuvo que los conductores están "muy dolidos" por la medida.
Entre los efectos inmediatos, Bolivia amaneció este jueves con un incremento del precio del transporte público. Las tarifas del llamado minibús, en el departamento de La Paz, pasaron de 2,40 bolivianos a 5 en solo una noche.
"No es responsabilidad del autotransporte que esté tomando esta determinación. Es responsabilidad de un gobierno que quiere amedrentar a los sectores más desprotegidos", se defendió Tancara en una conferencia de prensa.
Por su parte, desde la poderosa Central Obrera Boliviana (COB) anunciaron un encuentro de emergencia para este viernes para analizar acciones contra lo que consideró un "gasolinazo".
"Estamos en emergencia, estamos dolidos, bastante sentidos y seguramente van a ser las bases que van a decir qué medidas vamos a tomar de hoy en adelante", le dijo el ejecutivo de la COB, Mario Argollo, al medio boliviano El Deber.
Por otro lado, la decisión ha sido bien recibida por líderes políticos como el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y el empresario Samuel Doria Medina, quien dijo que "sin medidas la crisis sería cada vez peor".
"Hemos llegado al fin de las subvenciones de los combustibles, un mecanismo que lamentablemente empobreció al país y generó mucho contrabando y corrupción", defendió Camacho en X.
El Departamento de Estado de Estados Unidos definió las medidas anunciadas por el mandatario como "esfuerzos históricos del presidente Paz por abrir Bolivia al mundo".
"Reconocemos que el camino por delante no será fácil. El pueblo boliviano ha soportado años de estancamiento económico, corrupción y mala gestión", comunicaron desde la oficina del secretario de Estado, Marco Rubio.
"Las reformas anunciadas son un cambio de rumbo necesario que sienta las bases para un futuro más próspero y seguro para todos los bolivianos", agregaron desde el Departamento de Estado.
El anuncio de un paquete de reformas económicas llega en medio de una visita de una delegación de funcionarios estadounidenses con miras a atraer la inversión internacional en un país golpeado por la crisis.
El gobierno de Bolivia decidió compensar la quita de subsidios con un incremento del salario mínimo y de los bonos sociales para proteger "a quienes más lo necesitan".
El presidente anunció que desde enero el salario mínimo aumentará un 20%, pasando de 2.750 a 3.300 bolivianos (US$395 a US$474).
A su vez, confirmaron el incremento de la Renta Dignidad para adultos mayores a 500 bolivianos (US$72) y del incentivo anual para evitar la deserción escolar, el Bono Juancito Pinto, de 200 a 300 bolivianos (US$28,7 a US$43).
"Mi prioridad absoluta es proteger su bolsillo mientras estabilizamos el país", sostuvo el mandatario.
Además, Paz busca con esta medida atacar el problema de la escasez de dólares en el país, por eso anunció un "régimen extraordinario de repatriación de capitales con 0% de impuestos" con el fin de recuperar liquidez
"Abriremos las puertas a la inversión con impuestos 0% para quienes quieran repatriar sus capitales para producir en nuestra tierra", sostuvo.
También dijo que se liberarán las exportaciones y se retirará el diésel de la lista de sustancias controladas para facilitar su importación, entre otras medidas.
"Bolivia tocó fondo, pero cuando un país toca fondo solo le queda subir y Bolivia va a subir, aunque a algunos les duela", cerró Paz.
(Imagen: EFE)
PURANOTICIA // BBC MUNDO