Entre la población en general, vigilar su peso, no fumar, beber moderadamente y comer al menos cinco porciones de frutas y verduras al día puede aumentar la esperanza de vida hasta en 14 años en comparación con alguien que no hace ninguna de estas cosas.
Un hombre de 35 años tiene solo un 1,5% de posibilidades de morir en sus próximos 10 años; el mismo hombre tiene a los 75 años un 45% de posibilidades de morir antes de cumplir los 85.
Claramente, el envejecimiento es malo para nuestra salud. Pero si vemos el lado positivo, hemos logrado un gran progreso entendiendo los mecanismos fundamentales que controlan el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con la vejez.
Varios procesos biológicos estrechamente vinculados, a veces llamados "sellos distintivos del envejecimiento", que incluyen nuestro suministro de células madre y la comunicación entre las células, actúan para mantenernos saludables en la primera parte de nuestras vidas. Los problemas surgen cuando comienzan a fallar.
Actualmente se están haciendo ensayos clínicos para ver si el atacar algunos de estos sellos distintivos puede ayudar a mejorar afecciones relacionadas con la edad, como la enfermedad renal diabética, aspectos de la función inmunológica y la fibrosis pulmonar, entre otras. Hasta aquí todo bien.
Pero desafortunadamente, quedan grandes preguntas sin respuesta en la biología del envejecimiento.
Para evaluar cuáles son y cómo abordarlas, la Federación Americana para la investigación del envejecimiento (AFAR), una organización benéfica, convocó recientemente una serie de reuniones con científicos y médicos destacados en el área.
Los expertos coincidieron en que es clave comprender qué tiene de especial la biología de los humanos que viven más de un siglo.
Los centenarios representan menos del 0,02% de la población de Reino Unido, pero han superado la esperanza de vida de sus pares por casi 50 años (los bebés nacidos en la década de 1920 tuvieron de media una esperanza de vida de menos de 55 años). ¿Cómo lo hicieron?
Sabemos que los centenarios viven tanto tiempo porque son excepcionalmente sanos.