Durante su vida, Berlusconi acumuló un vasto imperio que abarcó los medios de comunicación, el sector inmobiliario, las finanzas, el cine y el deporte, así como un poderoso partido político que forma parte del actual gobierno de Italia.
Italia despide al ex primer ministro Silvio Berlusconi con un espectáculo digno de la gran telenovela de su vida.
El otrora cantante de cruceros que dirigió Italia sin experiencia política previa construyó un imperio mediático y tuvo una serie de esposas y novias.
El arzobispo de Milán encabeza el funeral de estado de Berlusconi en la gran catedral de la ciudad este miércoles.
Italia celebra un día de duelo nacional.
Todas las banderas italianas y europeas en los edificios públicos se han bajado a media asta.
Este tipo de tributo no tiene precedentes para un ex primer ministro.
Un funeral de Estado es un privilegio generalmente reservado para papas, héroes de guerra y ministros en servicio.
Milán es una ciudad profundamente asociada con Silvio Berlusconi: aquí nació y comenzó su carrera como vendedor de aspiradoras.
Se han instalado maxipantallas en la plaza principal, para que las miles de personas que han acudido a darle el último adiós puedan seguir la ceremonia.
Pero entre bambalinas se está desarrollando una verdadera historia de sucesión.
Durante su vida, Berlusconi acumuló un vasto imperio que abarcó los medios de comunicación, el sector inmobiliario, las finanzas, el cine y el deporte, así como un poderoso partido político que forma parte del actual gobierno de Italia.
Era uno de los hombres más ricos de Italia.
Según Forbes, los activos de su empresa valen unos US$6.500 millones.
Pero nunca indicó públicamente quién debería liderar su imperio empresarial después de su muerte y también hay grandes interrogantes sobre el futuro del partido Forza Italia que él mismo creó.
Berlusconi tiene dos hijos de su primer matrimonio y tres del segundo. Todos ellos tienen participaciones en Fininvest, su holding.
El futuro de sus intereses comerciales probablemente dependerá de cómo haya elegido distribuir la participación del 61% que tenía en Fininvest.
¿Habrá partes iguales para todos, o más para los dos hijos mayores, Marina y Pier Silvio, que han ocupado cargos directivos en el imperio desde principios de la década de 1990?
Otros activos valiosos son, sin duda, las numerosas villas de lujo de Berlusconi.
Podrían ser difíciles de transmitir a su descendencia de manera equitativa.
Su Villa San Martino en Arcore, al noreste de Milán, tiene 3.500 m2 y data del siglo XVIII.
También tiene casas en el lago Maggiore, en Roma, en Cannes, el Caribe y otros lugares.
La joya de la corona de propiedades de Berlusconi es Villa Certosa, una mansión en Cerdeña que compró en la década de los 70.
Allí recibió a líderes mundiales, desde Vladimir Putin hasta George W. Bush.
Tiene 126 habitaciones y parece un parque temático, incluido un volcán falso que hace erupción de lava.
Su valor se estima en US$280 millones.
Quién unía a la familia
Personas cercanas a la familia han descrito a Berlusconi como "el pegamento" que mantuvo unidos a sus hijos.
La gran pregunta es si esa unidad familiar se puede mantener ahora que Berlusconi se fue y qué impacto podría tener en el futuro de su imperio empresarial.
Hasta ahora no ha habido disputas sobre quién se hará cargo del imperio.
Se espera que recaiga en su hija mayor, Marina, de 56 años, considerada la más cercana de los cinco a su padre.
Pero su muerte podría resultar desastrosa para el futuro de su partido político.
¿Puede Forza Italia sobrevivir sin su carismático creador o desmoronarse en cuestión de meses?
Fue el máximo líder populista y, como era de esperar, el partido que creó se formó completamente en torno a su personalidad.
Su mano derecha, el ministro de Exteriores Antonio Tajani, ha negado categóricamente que su futuro esté en juego: "Es impensable que el partido desaparezca".
Sin embargo, en las elecciones generales de septiembre pasado, Forza Italia redujo sus votos al 8%.
Muchos italianos que respaldaron al partido lo hicieron porque eran leales a Berlusconi y será complicado nombrar un sucesor que les guste.
En realidad, los miembros del partido probablemente acudirán a la familia Berlusconi para tomar una decisión.
¿Querrán los dos mayores, Marina y Pier Silvio, seguir invirtiendo en la creación política de su padre, o cerrarán el grifo financiero y reducirán sus pérdidas?
Sin su apoyo financiero, Forza Italia no tiene posibilidades de sobrevivir.
Berlusconi financió fuertemente a su partido, supuestamente inyectándole más de US$100 millones.
Se especula que Marina podría sucederle como líder, pero por ahora sigue siendo un rumor.
Se la ve más como una operadora detrás de escena.
Otra incógnita es la que fuera la última pareja de Berlusconi, Marta Fascina, 53 años menor que él.
Es diputada de su partido y ha dicho varias veces que "su pasión es la política y creció con el mito de Silvio Berlusconi".
Según los informes, la hija mayor de Berlusconi bloqueó su plan de casarse con ella el año pasado.
Así que hay una nube sobre el futuro papel de Fascina en la despedida del líder.
Una cosa es segura: si Forza Italia se fractura, sería un gran problema para los otros miembros del gobierno de coalición de la primera ministra Giorgia Meloni.
La inestabilidad política se cierne tras la jornada de luto nacional del miércoles.
En un país tan conocido por sus regulares crisis políticas, un colapso del gobierno provocado por la desintegración de uno de los socios de la coalición no parece un escenario tan improbable.
Hasta ahora, los hijos de Berlusconi han evitado ser el centro de atención.
Pero su muerte podría obligarlos a emerger de las sombras para tomar las riendas de su imperio.
Berlusconi tuvo problemas de salud durante años, por lo que es probable que él y sus hijos hayan pensado en todo esto.
Podrían optar por una transición fácil anunciada por su hermana mayor, Marina, en lugar de entrar en una batalla por la sucesión que podría salir mal.
(Imágenes: AFP, Getty Images)
PURANOTICIA // BBC MUNDO