Si miramos por países, las empresas de México acumulan US$36.000 millones en deudas, mientras que las de Colombia debían hasta junio de este año unos US$20.000 millones.
"Las empresas de los mercados emergentes deben relativamente poco, lo que refleja condiciones económicas más volátiles", dicen los analistas de Janus Henderson, Seth Meyer y Tom Ross.
Pero aunque la deuda siempre indica la salud financiera de una empresa, tener mucha no es necesariamente negativo.
Hay sectores industriales, como los fabricantes de autos o las empresas de telecomunicaciones, que necesitan mucho capital para funcionar.
"Las compañías necesitan pedir dinero en préstamo porque en muchos sectores las empresas tienen la necesidad de crecer. La inversión siempre requiere financiación, que puede ser vía más capital, dinero de los socios o préstamos", explica a BBC Mundo Pedro Aznar, Profesor del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de la escuela de Negocios ESADE.
Para el profesor, la deuda es una buena opción siempre que la rentabilidad esperada de la inversión supere al coste de la deuda, algo que ha sido frecuente en algunos sectores, con tipos de interés tan bajos.
Entonces, ¿es malo tener mucha deuda?
Todo depende, dicen los expertos, del equilibrio entre el valor de lo que posee una empresa y lo que debe.
"Es una cuestión relativa. La deuda se puede poner en relación al total de los activos de la empresa, al valor de todo lo que tiene. Si una empresa tiene activos que pueden perder valor, o de valor volátil, la deuda es un riesgo", afirma Aznar.
"Pero si una empresa tiene activos con valor seguro que respaldan su deuda, un cierto endeudamiento no es negativo: al contrario, permite crecer, y también aumentar la rentabilidad", añade.
Y dado que estas cifras son del último año fiscal, es probable que en el nuevo entorno económico las empresas comiencen a ser más conservadoras en la forma de financiarse.
Si los beneficios caen, devolver los préstamos puede ser más complicado.
Y una subida de tipos -como estamos viendo estos meses- también afecta, ya que los intereses de la deuda suben y eso daña los resultados.
"El hecho de tener que pagar intereses y principal al vencimiento hace que la deuda sea más riesgosa que el capital como fuente de financiación para la empresa", dice Pierre Verlé, responsable de deuda corporativa de la firma de inversión Carmignac.
"El crecimiento económico mundial más lento, incluidas las recesiones en algunas partes del mundo, está haciendo que las empresas se vuelvan más cautelosas", estiman Meyer y Ross.
PURANOTICIA // BBC MUNDO