Durante su encuentro con Vladimir Putin estuvo sobre la mesa un posible acuerdo para el suministro de armamento, lo que hizo saltar las alertas de Estados Unidos.
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, subió a su tren blindado en una estación de la ciudad rusa de Artiom para iniciar su viaje de vuelta a Pyongyang, tras una visita oficial de varios días a Rusia, en la que se ha reunido con el presidente y el ministro de Defensa del país, Vladimir Putin y Sergei Shoigu, respectivamente.
Kim estuvo acompañado en la estación por la guardia de honor del Distrito Militar Oriental y por una banda militar, que entonó los himnos de ambos países.
Así, el tren inició su recorrido desde Artiom hacia el puesto fronterizo de Hasan, situado a unos 250 kilómetros de distancia.
Durante el último día de su visita, Kim Jong-un visitó la Universidad Oriental de Extremo Oriente, donde se reunió con estudiantes norcoreanos, para luego continuar su visita al acuario de Primosrki y a varias compañías de investigación y producción de alimentos.
El embajador ruso en Pyongyang, Alexander Matsegora, mostró su confianza en que la visita de Kim a Rusia servirá para llevar las relaciones entre ambos países "a un nivel superior".
Sobre la mesa durante su encuentro con Putin estuvo un posible acuerdo para el suministro de armamento norcoreano, que hizo saltar las alertas de las principales potencias internacionales, especialmente Estados Unidos.
Sin embargo, las autoridades rusas afirmaron que la cumbre entre Putin y Kim finalizó sin ningún tipo de acuerdo militar entre las partes.
Aun así, el Mandatario ruso aceptó una invitación del líder norcoreano para visitar Corea del Norte, en una muestra del acercamiento entre Moscú y Pyongyang.
PURANOTICIA