Ex Presidente de Bolivia planteó al Tribunal Supremo que "debe ordenar, de inmediato, el cierre de los procesos que me abrieron por razones de persecución y proscripción".
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, solicitó la anulación del proceso judicial abierto en su contra por trata de personas, después de que el Tribunal Supremo revocara la condena de 10 años de cárcel impuesta a la exmandataria interina, Jeanine Áñez, por el golpe de estado de 2019 y ordenó su liberación inmediata.
"Por principios de justicia y legalidad, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) -tal como benefició a los autores del golpe de 2019- debe ordenar, de inmediato, el cierre de los procesos que me abrieron por razones de persecución y proscripción", declaró Morales en su cuenta en X, donde calificó su procesamiento de "ilegal", alegando que se trata de un caso "inventado".
El exmandatario boliviano señaló que pide "garantías" para asistir en calidad de exjefe de Estado a la toma de posesión del nuevo presidente, Rodrigo Paz, y al resto de miembros de su Ejecutivo, a quienes deseó "éxito para el bien de los bolivianos". La investidura tendrá lugar este sábado, 8 de noviembre, en la capital boliviana, La Paz.
Morales hizo estas declaraciones horas después de que el TSJ haya ordenado por unanimidad la liberación de Áñez, al anular la pena de 10 años de prisión impuesta en 2022 en su contra, en el marco del caso «Golpe II», por delitos contrarios a sus deberes y la Constitución, tras autoproclamarse presidenta.
La Fiscalía presentó a mediados de octubre una acusación formal contra Evo Morales por un delito de trata de personas agravado, como parte de su presunta relación con una menor de edad en 2015, una relación que se produjo mientras ostentaba el cargo y de la que habría nacido una niña.
Morales, que no acudió a ninguna de las citaciones en el marco del caso, también está acusado en Argentina por presunto abuso de menores, tras dos denuncias interpuestas por la derecha vinculada a su presidente, Javier Milei.
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