Cuando se le preguntó al portavoz de la Casa Blanca si el ataque había violado los límites previamente establecidos por el presidente Biden, dijo que "no tenía ningún cambio de política sobre el cual hablar".
Estados Unidos no cree que Israel haya lanzado una invasión a gran escala de Rafá, en el sur de Gaza, afirmó el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby.
La autoridad habló horas después de que las fuerzas israelíes llegaran al centro de la ciudad y supuestamente tomaran una colina de importancia estratégica desde la que se ve la cercana frontera con Egipto.
El presidente estadounidense, Joe Biden, había dicho este mes que limitaría el suministro de armas a Israel si éste entraba en los “centros de población” de Rafá, donde se cree que todavía se refugian cientos de miles de civiles.
Kirby también fue preguntado sobre un ataque israelí, que provocó el domingo un incendio en el que murieron al menos 45 palestinos -muchos de ellos mujeres, niños o ancianos- en un campo de refugiados.
Israel ha dicho que el ataque tuvo como objetivo y mató a dos altos mandos de Hamás, y que cree que el incendio podría haber sido causado por una explosión en un almacén de armas de Hamás cercano.
En declaraciones a los periodistas, Kirby describió las imágenes posteriores al ataque como "desgarradoras" y "horribles".
"No debería perderse ninguna vida inocente aquí como resultado de este conflicto", añadió.
El Departamento de Estado indicó que vigila de cerca que el ejército israelí lleve a cabo una investigación rápida y exhaustiva sobre el ataque.
Presionado por el corresponsal de la BBC, Tom Bateman, sobre si anteriores investigaciones de este tipo habían terminado en un reconocimiento de responsabilidades por parte de Israel, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, se negó a nombrar casos específicos.
"No se puede llegar a una conclusión sobre los resultados de estas investigaciones en medio de un conflicto", afirmó Miller.
Cuando se le preguntó al portavoz de la Casa Blanca si el ataque había violado los límites previamente establecidos por el presidente Biden, dijo que "no tenía ningún cambio de política sobre el cual hablar".
"No apoyamos ni apoyaremos una operación terrestre importante en Rafá", afirmó Kirby.
“El presidente dijo que, si eso ocurriera, entonces podría tener que tomar decisiones diferentes en términos de apoyo”.
“No hemos visto que eso suceda en este momento. No les hemos visto destrozar Rafá. No les hemos visto entrar con grandes unidades, grandes cantidades de tropas, en columnas y formaciones en algún tipo de maniobra coordinada contra múltiples objetivos en el terreno", concluyó Kirby.
Israel ha insistido en que no podrá lograr la victoria contra Hamás sin tomar Rafá y rechazó las advertencias de que hacerlo tendría consecuencias humanitarias catastróficas.
El ejército de Israel comenzó por primera vez lo que llama operaciones terrestres “dirigidas” contra los combatientes y la infraestructura de Hamás en el este de Rafá el 6 de mayo.
Desde entonces, tanques y tropas han ido avanzando gradualmente hacia las zonas urbanizadas del este y el centro, mientras también avanzan hacia el norte a lo largo de la frontera de 13 kilómetros con Egipto.
En declaraciones a CNN el 8 de mayo, el presidente Biden dijo que había dejado claro al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que “si entran en Rafá, no les proporcionaré las armas que se hayan utilizado históricamente para lidiar con Rafá, para lidiar con los ciudades, para afrontar ese problema”.
Dijo que no había suspendido el suministro de armas en ese momento porque Israel aún no había "entrado en los centros de población" de Rafá y que sus operaciones habían sido "justo en la frontera".
El presidente se enfrenta a crecientes llamados en su país para que ejerza mayor presión sobre el gobierno israelí para que garantice que se haga todo lo posible para minimizar el impacto humanitario del conflicto.
El senador demócrata Chris Van Hollen, que visitó Gaza en enero, dijo al Washington Post: “La creciente cifra de muertes de civiles y el agravamiento de la catástrofe humanitaria dejan en claro que la administración Biden debería suspender la asistencia militar ofensiva adicional al gobierno de Netanyahu hasta que sepamos que se respetan todas las medidas solicitadas por el presidente, incluidas las relacionadas con Rafá y la entrega urgente de asistencia humanitaria”.
En un discurso ante el parlamento israelí el lunes, Netanyahu dijo que el ataque del domingo había sido un "trágico percance", pero prometió continuar con la operación de Rafá.
"Vimos cuerpos carbonizados y miembros desmembrados. También vimos casos de amputaciones, niños heridos mujeres y ancianos”, dijo Mohammad al-Mughayyir, funcionario de la agencia de defensa civil de Gaza dirigida por Hamás a la agencia AFP.
Un testigo llamado Muhannad, un residente desplazado de Gaza, describió el ataque aéreo: "Cuando escuchamos el sonido, el cielo se iluminó de repente".
Hamad, otro hombre presente en el lugar, dijo a la AFP: "Cuando estos cohetes caen sobre una torre hay decenas de mártires, ¿y qué pasa cuando son tiendas de campaña?".
El ataque ha provocado protestas de gobiernos regionales, incluidos Egipto y Qatar, que han actuado como mediadores en el conflicto, así como Jordania, Kuwait, Arabia Saudí y Turquía.
Egipto dijo que el ataque era parte de una "política sistemática" destinada a hacer que Gaza fuera "inhabitable" y Qatar lo describió como una "violación peligrosa del derecho internacional" que podría "complicar los esfuerzos de mediación".
Jordania acusó a Israel de "crímenes de guerra", mientras que Arabia Saudita condenó las "continuas masacres", y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, prometió "hacer responsables a estos bárbaros y asesinos".