Más de 200 millones de personas están bajo alerta de clima invernal en uno de los días de mayor actividad turística del año. Las temperaturas podrían bajar a menos 57 grados centígrados.
La gran tormenta de invierno que azota a Estados Unidos esta semana puede provocar la Navidad más fría en cuatro décadas, advierten los meteorólogos.
Más de 200 millones de personas están bajo alerta de clima invernal en uno de los días de mayor actividad turística del año. Las temperaturas podrían bajar a menos 57 grados centígrados.
La ola de frío comenzó en el noroeste del Pacífico el martes, y luego giró hacia el este. Se espera que el viernes se convierta en una "bomba ciclónica".
Esta tormenta ártica afecta a gran parte de Estados Unidos y Canadá. Las alertas se extienden de costa a costa y llegan tan al sur como la frontera con México.
Las temperaturas podrían caer hasta -57 grados centígrados en algunas partes del país, han dicho los meteorólogos. Advierten que estas temperaturas podrían provocar el punto de congelación en 5 a 10 minutos.
La tormenta invernal se denomina Elliot. Se espera que la explosión ártica ocasione la Navidad más fría en el Medio Oeste desde finales de la década de 1980.
Incluso se prevé que el soleado estado de Florida tenga la Navidad más fría en 30 años.
Se espera que la tormenta traiga fuertes vientos y acumulaciones de nieve, informó el Servicio Nacional de Meteorología (NWS) de Estados Unidos.
"Los vientos fríos de esta magnitud pueden causar congelación en menos de cinco minutos si no se toman precauciones, y la hipotermia y la muerte también son posibles por la exposición prolongada al frío", señaló el organismo.
El NWS lo calificó como unevento meteorológico invernal "único en esta generación", especialmente cuando la tormenta llegue a la región de los Grandes Lagos, donde se espera que su presión alcance el equivalente a un huracán de categoría 3.
Los gobernadores de Kentucky y Carolina del Norte han declarado estado de emergencia.
"Tuvimos una gran semana de Acción de Gracias con una interrupción mínima", dijo el miércoles el secretario de Transporte estadounidense. Pete Buttigieg, al canal de cable MSNBC.
"Desafortunadamente, no va a ser así en Navidad".
La tormenta se produce cuando la Administración de Seguridad del Transporte espera que el volumen de viajes de vacaciones esté cerca de los niveles previos a la pandemia.
La Asociación Estadounidense del Automóvil estimó que más de 112 millones de personas viajarán 80 kilómetros o más desde su hogar entre el viernes y el 2 de enero, la gran mayoría (102 millones) en automóvil.
Más de 2.200 vuelos han sido ya cancelados para este jueves y el viernes, de acuerdo a la web que monitorea el tráfico aéreo FlightAware.
Denver enfrenta la peor parte de la ola de frío ya este jueves con una caída en picado de temperaturas.
El Coliseo de Denver, un estadio cubierto, se está convirtiendo en un centro de calentamiento.
Se advirtió a Chicago que se prepare para fuertes nevadas, con ráfagas que superarán los 80 kilómetros por hora.
A medida que se desarrolla la tormenta, los meteorólogos anticipan que se convertirá en una "bomba ciclónica".
Es el término que se asigna a una tormenta que se intensifica rápidamente, con una caída de la presión del aire en el centro de al menos 24 milibares en 24 horas.
Se les conoce como bombas ciclónicas debido al poder explosivo que provoca la rápida caída de la presión.
Tales tormentas traen un clima que va desde ventiscas hasta fuertes tormentas eléctricas y fuertes precipitaciones.
Las bombas ciclónicas son más comunes en la costa este de Estados Unidos y Canadá, donde la tierra fría y la corriente cálida de la Corriente del Golfo brindan condiciones óptimas para su surgimiento.
PURANOTICIA // BBC MUNDO