"Lo hemos resuelto mediante el comercio. Dije: 'No quiero comerciar con nadie que se esté matando entre sí'", señaló el presidente estadounidense.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha atribuido a Washington el éxito de las conversaciones de paz entre Tailandia y Camboya después de que ambos países hayan firmado este lunes un acuerdo de alto el fuego inmediato. "Hemos puesto fin a la guerra y estamos muy contentos", ha resaltado.
"Hay paz. Iba a ser una guerra terrible. Podría haber durado años, millones de personas podrían haber muerto", ha indicado el magnate republicano junto al primer ministro británico, Keir Starmer, desde el resort de lujo de Turnberry en Ayrshire, en Escocia.
Trump, que ha mantenido una reunión a puerta cerrada con Starmer, ha afirmado que hablará por teléfono con el primer ministro de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra, y el primer ministro de Camboya, Hun Manet, para felicitarles por haber alcanzado un acuerdo.
"Lo hemos resuelto mediante el comercio. Dije: 'No quiero comerciar con nadie que se esté matando entre sí'", ha explicado el presidente estadounidense, agregando que "ha sido un honor" participar en el proceso y que se ha hecho "un gran trabajo" para llegar a cerrar el acuerdo.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha aplaudido la declaración anunciada por ambos países desde Kuala Lumpur. "Tanto Trump como yo seguimos comprometidos a poner fin a este conflicto", ha subrayado en un breve mensaje en la red social X.
Tailandia y Camboya han acordado este lunes un alto el fuego tras un encuentro a puerta cerrada entre las partes después de dos meses de enfrentamientos en la frontera que han dejado cientos de miles de desplazados y más de una decena de muertos.
Las relaciones entre las partes se deterioraron después de que el 28 de mayo un soldado camboyano muriera a manos de las fuerzas tailandesas en las proximidades de Preah Vihear, un templo hindú situado en una zona en disputa, sin que los contactos desde entonces para reducir las tensiones hayan llegado a buen puerto.
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