El presidente Xi Jinping ordenó que las fuerzas armadas del país acabaran su proceso de modernización para 2035.
China está fortaleciendo su ejército a un ritmo muy rápido.
Tanto es así que los avances en tecnología de misiles, armas nucleares e inteligencia artificial del gigante asiático generan preocupaciones en las potencias occidentales.
El presidente Xi Jinping ordenó que las fuerzas armadas del país acabaran su proceso de modernización para 2035.
Según dice, Pekín debería convertirse en una potencia militar de "clase mundial", capaz de "pelear y ganar guerras", para 2049.
Se trata de un compromiso enorme, pero el país está bien encaminado.
Algunos expertos internacionales han criticado a China por su "falta de transparencia" sobre cuánto gasta en defensa y por presentar cifras "inconsistentes".
Pekín publica datos oficiales de sus gastos militares, pero las estimaciones occidentales que detallan el apoyo financiero de China a sus fuerzas armadas son a menudo mucho más altas.
Se cree que China gasta ahora más en sus fuerzas armadas que cualquier otro país, exceptuando Estados Unidos.
El crecimiento del presupuesto militar de China ha superado su crecimiento económico general durante al menos una década, de acuerdo con el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.
En noviembre, el Departamento de Defensa de EE.UU. predijo que China iba a cuadriplicar su arsenal nuclear para fines de la década actual.
Aseguró que China "probablemente tenga la intención de tener al menos 1.000 ojivas para 2030".
Los medios estatales chinos calificaron la predicción como una "especulación salvaje y sesgada", y señalaron que el arsenal nuclear se mantuvo en un "nivel mínimo".
Sin embargo, el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo -que publica cada año evaluaciones de las existencias totales de ojivas nucleares en el mundo-, afirma que China ha aumentado su número de ojivas durante los últimos años.