
Desde el pasado 24 de febrero, Joël Le Scouarnec de 74 años se enfrentó cara a cara con quienes años atrás fueron sus pacientes y a los que agredió sexualmente entre 1989 y 2014.
El tribunal de la ciudad francesa de Vannes declaró culpable de violación y agresión sexual agravada al excirujano Joël Le Scouarnec y lo condenó a 20 años de cárcel.
El fallo concedió así en su totalidad la solicitud de la fiscalía, siendo esa la pena máxima para el delito de violación en Francia.
Considerado el mayor juicio de pederastia en la historia del país, durante tres meses el tribunal evaluó las pruebas en contra del exmédico, cuya especialización era la cirugía digestiva y visceral.
Desde el pasado 24 de febrero, el hombre de 74 años se enfrentó cara a cara con quienes años atrás fueron sus pacientes y a los que agredió sexualmente entre 1989 y 2014.
Se trata de un total de 299 víctimas de sus abusos, quienes -en su mayoría- los sufrieron siendo menores de edad y bajo la supervisión médica del entonces cirujano, en distintos hospitales de la Bretaña francesa, al noroeste del país.
"Veinte años es poco comparado con el número de víctimas en este juicio. Es hora de que la ley cambie para que podamos tener sentencias más adecuadas", dijo tras conocerse la sentencia, Francesca Satta, abogada de algunas de las víctimas.
El caso se destapó luego de que en 2017 el abuso sexual que cometió en contra de su vecina de 6 años revelara el plan que le permitió abusar de niños y niñas por casi tres décadas, casi siempre cuando estaban sedados tras algún procedimiento o en medio de su posoperatorio.
En esa oportunidad, la policía encontró los diarios que por años acumuló Le Scouarnec, en los que registró con lujo de detalles lo que le había hecho a cada uno de sus pacientes, además de incautar de su propiedad más de 300 mil imágenes de explotación sexual infantil y muñecas que utilizaba para sus juegos sexuales.
Esas evidencias dieron paso a este segundo juicio en su contra. Ya entrado el proceso, Le Scouarnec se declaró culpable de los delitos que se le imputaban. "No pido clemencia al tribunal", dijo en su alegato final, según Le Monde.
"Simplemente que me conceda el derecho a ser mejor persona".
Durante el juicio, el excirujano admitió haber abusado sexualmente de las 299 víctimas. Y, además, se declaró responsable de la muerte de dos de sus expacientes, quienes tras enterarse por la policía que aparecían en las entradas de los diarios del cirujano, se suicidaron.
Uno de ellos no ha sido identificado, el otro es Mathias Vinet, quien falleció en 2021 tras luchar contra la adicción.
"Murieron, y yo soy el responsable", reconoció el excirujano.
Como ellos, la mayoría de las víctimas no recordaban lo que habían vivido en manos del excirujano y sólo se enteraron tras ser contactados, ya adultos, por la policía.
Los escritos del exmédico les permitieron a las autoridades armar una lista de presuntas víctimas.
En ellos, Le Scouarnec describió "numerosos actos de tocamientos y penetraciones sexuales cometidos casi a diario, durante consultas pre o postoperatorias o durante intervenciones en el quirófano, a veces presentados como actos médicos o exámenes clínicos, especialmente cuando se realizaban en presencia de terceros: ya fuera personal clínico o los padres del paciente", explicó el juez de instrucción.
Al comienzo del proceso, el hombre de 74 años dijo ante el tribunal que había "cometido actos despreciables" y que "entendía y compartía el sufrimiento" causado a muchos de sus pacientes.
"Ya no puedo mirarme de la misma manera porque soy un pedófilo y un violador de niños", afirmó durante sus últimas declaraciones ante el tribunal la semana pasada.
"Se han dicho muchas cosas. No recuerdo necesariamente todo ahora. Sin duda lo recordaré cuando esté en mi celda, pero lo que he presenciado (en el tribunal) es el sufrimiento del que soy responsable", agregó.
Pese a las confesiones del excirujano, varias víctimas han transmitido que no sienten que su remordimiento sea sincero. "Sus palabras son siempre las mismas, en el mismo tono; no veo ninguna sinceridad en ellas", declaró Louis-Marie, de 35 años, a la BBC. "Lo único que espero es que no siga dañando a la sociedad... que siga encerrado".
"Nunca vi lágrimas corriendo por sus mejillas", dijo otra víctima llamada Manon Lemoine.
Pero Maxime Tessier, uno de los abogados de Le Scouarnec, afirmó creer que su cliente había sido sincero. "Estuvo muy conmovido durante este juicio... Fue muy importante para él confesar como lo hizo. Fue un momento de verdad y justicia".
Una denuncia de los vecinos de Le Scouarnec fue lo que —en 2017— terminó por destapar la sofisticada maquinación del médico y abrir una caja de pandora sin precedentes en la historia de Francia.
Los padres de una niña de 6 años acusaron al excirujano de haber abusado sexualmente de su hija a través de una especie de valla que separaba ambas propiedades.
Esa acusación abrió un proceso judicial en el tribunal de Saintes, sumándose a dos casos por violación en contra de sus sobrinas, una de entre 4 y 5 años, ocurrida a finales de los 80, y otra de entre 4 y 9 años, que tuvo lugar en los 90. Un cuarto caso que entró en ese primer juicio fue el de una de sus pacientes, a quien abusó en 1993 cuando tenía 4 años, según estableció la justicia francesa.
"Nuestra hija de seis años derribó al mayor pedófilo de la historia", dijeron tras el veredicto a la prensa local los padres de la pequeña vecina.
En 2020, después de tres años de investigación y un juicio, Le Scouarnec fue condenado a 15 años de prisión.
Una de las sobrinas del otrora médico dijo en 2021 a los medios que su tío era un "monstruo" y que su esposa era plenamente consciente de las atrocidades que cometía. "No era un tabú en la familia", aseguró.
Destapado el caso, llamó la atención de los investigadores que una condena previa de cuatro meses de prisión suspendida, que había recibido en 2005 por la descarga de imágenes de explotación sexual infantil, no hubiese levantado las alertas de los servicios hospitalarios que lo emplearon después.
Ninguno de ellos tomó medidas para evitar su contacto con menores de edad. Eso llevó al Ministerio Público a abrir una investigación paralela por el delito de omisión voluntaria de impedir crímenes o delitos contra la integridad física de las personas.
(Imagen: France 3 Bretagne)
PURANOTICIA // BBC MUNDO