Pekín se ha convertido en un socio vital para Moscú, que busca suavizar el impacto de las sanciones impuestas por Estados Unidos y otros países.
Es la segunda visita de Vladimir Putin a China en siete meses. Este jueves, el presidente de Rusia inició un viaje de dos días a Pekín, donde ya se ha encontrado con su homólogo chino, Xi Jinping.
Es su cuarto encuentro desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022.
En este tiempo, Pekín se ha convertido en un socio vital para Moscú, que busca suavizar el impacto de las sanciones impuestas por Estados Unidos y otros países.
China ha negado repetidamente las acusaciones de que suministra armas a Rusia.
En una entrevista con BBC News durante la visita del mes pasado a Pekín, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo: "Lo que no está sucediendo es el suministro de armas concretas por parte de China a Rusia para su uso en Ucrania".
Sin embargo, China ha sido acusada de fortalecer la maquinaria de guerra de Moscú proporcionándole componentes esenciales.
Blinken dijo: "Éstos se están utilizando para ayudar a Rusia en lo que es un extraordinario e intensivo esfuerzo para fabricar más municiones, tanques, vehículos blindados y misiles".
Añadió que aproximadamente el 70% de las máquinas fresadoras y el 90% de los componentes de microelectrónica que importa Rusia proceden de China.
Las sanciones anunciadas por Washington en mayo se dirigieron a una veintena de empresas con sede en China y Hong Kong.
Según se dijo, una exportaba componentes para drones, mientras que las otras supuestamente habían ayudado a Moscú a eludir las sanciones occidentales sobre otras tecnologías.
"Existe evidencia de que China es el mayor exportador de semiconductores a Rusia, a menudo a través de empresas fantasma en Hong Kong y Emiratos Árabes Unidos", dijo Maria Shagina, del grupo de expertos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos con sede en Reino Unido.
"Algunas empresas chinas también suministran drones civiles, explotando el espacio gris entre los fines militares y civiles", agregó.
China defiende sus relaciones comerciales con Moscú afirmando que no vende armas letales y "maneja con prudencia la exportación de artículos de doble uso de acuerdo con las leyes y reglamentos".
Pekín exporta a Rusia más de US$300 millones en artículos de doble uso -aquellos que tienen aplicaciones tanto comerciales como militares- cada mes, según un análisis de datos aduaneros chinos realizado por el centro de estudios Carnegie Endowment.
Dice que la lista incluye lo que Estados Unidos ha designado como elementos de "alta prioridad", que son necesarios para fabricar armas, desde drones hasta tanques.
RUSI, un grupo de expertos con sede en Reino Unido, también advirtió sobre el uso potencial de tecnología satelital china para labores de inteligencia en la primera línea de combate en Ucrania.
Pekín se ha convertido en el principal proveedor de automóviles, ropa, materias primas y muchos otros productos de Moscú, después de que los países occidentales impusieran sanciones a Rusia.
El comercio entre China y Rusia alcanzó un récord de US$240.000 millones en 2023, un aumento de más del 64% desde 2021, antes de la invasión rusa de Ucrania, según cifras oficiales de China.
Las importaciones rusas desde China ascendieron a US$111.000 millones y sus exportaciones a China a US$129.000 millones, según muestran las cifras.
La exportación de automóviles y repuestos chinos a Rusia alcanzó los US$23 mil millones en 2023, frente a los US$6 mil millones del año anterior.
"El gas natural ruso abastece a numerosos hogares chinos y los automóviles fabricados en China circulan por las carreteras rusas", afirmó en marzo el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi.
Sin embargo, algunos expertos consideran que se trata de una relación "desequilibrada" en la que Rusia depende más de China que viceversa.
Desde 2023, China se ha convertido en el principal socio comercial de Rusia, mientras que Rusia es el sexto socio comercial de China.
Casi la mitad de todos los ingresos anuales del gobierno ruso provienen del petróleo y el gas.
Sus ventas a Estados Unidos, Reino Unido y países de la UE se han desplomado desde la invasión debido a las sanciones.
Una parte importante de este déficit se ha compensado con el aumento de las ventas a Asia, en particular a China e India.
En 2023, Rusia superó a Arabia Saudita y se convirtió en el principal proveedor de petróleo crudo de China. Pekín importó 107 millones de toneladas de petróleo crudo de Moscú, un aumento del 24% con respecto a 2022.
El grupo G7 de economías "avanzadas", junto con la Unión Europea y Australia, también ha tratado de limitar los ingresos de Rusia imponiendo un tope mundial al precio de su petróleo transportado por mar.
Sin embargo, China ha seguido comprando crudo ruso por encima del precio límite.
India, que ha seguido manteniendo su relación de décadas con Rusia, también ha sido un importante comprador de su petróleo con descuento desde la invasión.
La participación de Rusia en las importaciones totales de petróleo de India alcanzó un récord del 44% en junio de 2023, según el Banco de Baroda, un prestamista controlado por el estado indio.
En 2023, China también importó ocho millones de toneladas de gas licuado de petróleo (GLP) de Rusia, un aumento del 77% con respecto a 2021.
Los dos países también planean ampliar los vínculos energéticos, incluido un nuevo gasoducto, llamado El Poder de Siberia 2, para exportar gas natural desde la región de Siberia occidental de Rusia al noreste de China.
China ya recibe gas de Rusia a través del primer gasoducto Poder de Siberia, que está en uso desde 2019.
PURANOTICIA // BBC MUNDO