
El primer ministro chino, Li Qiang, presidió el sábado una ceremonia que marcó el inicio de la construcción de la presa en el río Yarlung Tsangpó.
Las autoridades chinas comenzaron la construcción en territorio tibetano de la que será la presa hidroeléctrica más grande del mundo, un proyecto que ha suscitado preocupación en India y Bangladesh.
El primer ministro chino, Li Qiang, presidió el sábado una ceremonia que marcó el inicio de la construcción de la presa en el río Yarlung Tsangpó, según medios locales.
El río fluye por la meseta tibetana. El proyecto ha suscitado críticas por su posible impacto en millones de indios y bangladesíes que viven río abajo, así como en el medio ambiente circundante y en los tibetanos locales.
Pekín afirma que el proyecto, con un costo estimado de 1,2 billones de yuanes (US$167.000 millones), priorizará la protección ecológica e impulsará la prosperidad local.
Una vez finalizado, el proyecto, también conocido como la Central Hidroeléctrica de Motuo, superará a la presa de las Tres Gargantas como la más grande del mundo y podría generar tres veces más energía.
Expertos y funcionarios han expresado su preocupación por que la nueva presa permita a China controlar o desviar el río transfronterizo Yarlung Tsangpó, que fluye hacia el sur, hacia los estados indios de Arunachal Pradesh y Assam, así como hacia Bangladesh, donde desemboca en los ríos Siang, Brahmaputra y Yamuna.
Un informe de 2020 publicado por el Lowy Institute, un centro de estudios australiano, señaló que "el control de estos ríos [en la meseta tibetana] otorga a China un control absoluto sobre la economía india".
En una entrevista con la agencia de noticias PTI a principios de este mes, el ministro jefe de Arunachal Pradesh, Pema Khandu, expresó su preocupación por la posibilidad de que los ríos Siang y Brahmaputra se sequen considerablemente una vez finalizada la presa.
"Representará una amenaza existencial para nuestras tribus y nuestros medios de vida. Es bastante grave porque China podría incluso utilizarla como una especie de 'bomba de agua'", añadió.
"Supongamos que se construye la presa y se libera agua repentinamente, todo nuestro cinturón en torno al Siang quedaría destruido", declaró.
"En particular, la tribu Adi y grupos similares (...) verían sus propiedades, tierras y, sobre todo, vidas humanas, sufrir efectos devastadores", agregó.
En enero, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de India dijo haber expresado a China su preocupación por el impacto de la megapresa e instado a Pekín a garantizar que no se perjudiquen los intereses de los estados río abajo.
También destacó la necesidad de transparencia y consulta con los países afectados.
India planea construir una presa hidroeléctrica en el río Siang, que actuaría como amortiguador ante las descargas repentinas de agua de la presa china y evitaría inundaciones en sus zonas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China ya había respondido a India en 2020, cuando dijo que Pekín tiene el "derecho legítimo" de construir una presa en el río y que ha considerado los impactos río abajo.
Bangladesh también expresó su preocupación a China por el proyecto, y en febrero, sus funcionarios enviaron una carta a Pekín solicitando más información sobre la obra.
Las autoridades chinas llevan mucho tiempo considerando el potencial hidroeléctrico de la presa, ubicada en la Región Autónoma del Tíbet.
Se encuentra en un enorme cañón, considerado el más profundo y largo del mundo, a lo largo de un tramo donde el Yarlung Tsangpó, el río más largo del Tíbet, da un brusco giro en U alrededor del monte Namcha Barwa.
En este giro, denominado "la Gran Curva", el río desciende cientos de metros.
Reportes anteriores indicaban que las autoridades planeaban perforar varios túneles de 20 kilómetros de longitud a través del monte Namcha Barwa, mediante los cuales desviarían parte del río.
Durante el fin de semana, un artículo de la agencia de noticias china Xinhua sobre la visita de Li Qiang indicó que los ingenieros realizarían trabajos de "enderezamiento" y "desviarían el agua a través de túneles" para construir cinco centrales eléctricas en cascada.
Xinhua también informó que la electricidad de la presa hidroeléctrica se transportaría principalmente fuera de la región, pero también cubriría las necesidades del Tíbet.
China ha estado considerando los escarpados valles y caudalosos ríos del oeste rural, donde se ubican los territorios tibetanos, para construir megapresas y centrales hidroeléctricas que puedan abastecer a las metrópolis del país, ávidas de electricidad.
El presidente Xi Jinping ha impulsado personalmente esta iniciativa mediante una política denominada "xidiandongsong", o "enviar electricidad del oeste al este".
El gobierno chino y los medios de comunicación estatales han presentado estas presas como una solución beneficiosa para todos, que reduce la contaminación y genera energía limpia, a la vez que beneficia a los tibetanos rurales.
Sin embargo, activistas afirman que las presas son el último ejemplo de la explotación de los tibetanos y sus tierras por parte de Pekín, y que las protestas anteriores fueron reprimidas.
El año pasado, el gobierno chino detuvo a cientos de tibetanos que protestaban contra otra presa hidroeléctrica.
La protesta terminó con arrestos y palizas, con algunas personas gravemente heridas, según supo la BBC de fuentes e imágenes verificadas.
También existen preocupaciones ambientales por la inundación de los valles tibetanos, famosos por su biodiversidad, y los posibles peligros de construir presas en una región plagada de fallas sísmicas.
(Imagen: Getty Images)
PURANOTICIA // BBC MUNDO