"Cualquiera que sean nuestras diferencias, son absolutamente triviales en comparación con el desastre al que podemos enfrentarnos si estas llamadas encuestas de opinión son correctas", dijo el ex jefe de Gobierno, quien dimitió el 2021 tras unas fiestas en Downing Street.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, recurrió al ex jefe de Gobierno, Boris Johnson, que realizó su primera aparición en campaña, a pocas horas de que abran las puertas de los colegios electorales en Reino Unido, este jueves, con el objetivo de contener la esperada victoria del Partido Laborista en las generales.
Johnson llegó a un mitin del Partido Conservador en el Museo nacional del Ejército de Londres, en el que sólo agradeció al 'premier' que le hubiera pedido que asistiera, aunque no tuvo más palabras sobre los logros del actual inquilino de Downing Street. Pero sí aprovechó la ocasión para defender las políticas que promovió mientras estaba en el Gobierno.
"Si están un poco sorprendidos de verme, voy a ser absolutamente claro en que me alegró cuando Rishi me pidió ayuda. Por supuesto, no podía decir que no. Estamos aquí porque amamos a nuestro país. Cualquiera que sean nuestras diferencias, son absolutamente triviales en comparación con el desastre al que podemos enfrentarnos si estas llamadas encuestas de opinión son correctas", dijo.
En el encuentro, Johnson acusó al líder laborista, Keir Starmer, de intentar "instaurar el gobierno laborista más izquierdista desde la guerra con una gran mayoría". También sostuvo que "destruirá mucho" de lo que su formación política ha "logrado". "Sería el colmo de la locura que estas encuestas tuvieran razón", expresó.
Cuando dejó el atril, Sunak agradeció a su predecesor por su apoyo, remarcando que "tiene razón al decir que ahora es el momento de que todos los conservadores se unan para negar al laborismo esa supermayoría que anhela Keir Starmer". "Tenemos 48 horas para salvar a Reino Unido del peligro de un gobierno laborista", advirtió.
Con esta llamada, Sunak utilizó su "botón de emergencia", debido a que el polémico Johnson entusiasma a sus simpatizantes con su típica actuación caótica. Sin embargo, su intervención para complacer al público llegó demasiado tarde como para salvar a los conservadores de un eventual fracaso en las urnas, según la cadena de televisión británica Sky News.
El escándalo sobre las fiestas celebradas en Downing Street durante la pandemia y conocido como «Partygate», acabó por acelerar la dimisión de Johnson el 6 de septiembre de 2021, en medio de las presiones de sus propios compañeros ante el descrédito que iba adquiriendo el Partido Conservador por éste y otros escándalos bajo su mandato.
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