El economista jefe para la región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial, William Maloney, mostró su preocupación por el bajo crecimiento económico que se pronostica para los próximos meses en la región de Latinoamérica.
El economista jefe para la región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial, William Maloney, ha mostrado su preocupación por el bajo crecimiento económico que se pronostica para los próximos meses en la región de Latinoamérica, destacando al mismo tiempo las cifras tan "heterogéneas" que se dan entre los distintos países.
Así, en su discurso durante la III Conferencia anual del Instituto de Estudios Económicos, celebrada bajo el título 'Consolidar la recuperación. Aprovechar las oportunidades del crecimiento verde en América Latina', en la que colabora el Banco Mundial, ha señalado que la región está creciendo en torno al 2,3%, una cifra muy próxima a la que se experimentaba en el año 2009, que se interpretó en aquel momento como un crecimiento "lento" e insuficiente para mejorar la pobreza o la desigualdad.
Por territorios, si bien América Latina está casi un 5% por encima de 2019, otras áreas, como por ejemplo el Pacífico, está en un 20%. No obstante, dentro de esta heterogeneidad que ha destacado el responsable del Banco Mundial, a países como México todavía le falta un 4% para recuperar su nivel de PIB previo a la pandemia y Brasil se sitúa en el mismo nivel que en 2019, dos crecimientos de dos países que suman más de la mitad de la población de Latinoamérica y supone "un mal desempeño para la región".
Asimismo, en términos de empleo, Maloney ha destacado que se han recuperado las pérdidas, pero esta recuperación se ha dado principalmente en el sector informal.
VIENTOS DE COLA FAVORABLES, PERO VARIOS RIESGOS A LA VISTA
En lo que se refiere a las perspectivas de futuro, el Banco Mundial ha subrayado que existen varios riesgos para la recuperación que son "bien conocidos". "En general los vientos de cola siguen siendo favorables desde una perspectiva histórica, pero están cambiando yempeorando, obviamente, por el elevado precio de las materias primas y la guerra en Ucrania", ha explicado Maloney.
En concreto, el economista jefe ha recordado que la subida de la inflación, "que está impactando en todos los países del mundo", está obligando a los países de la región a aumentar sus tasas de interés para combatirla, lo que supone una presión para el crecimiento de sus economías. Además, la inflación de Estados Unidos es un factor que preocupa a la región, ya que allí están subiendo los tipos de interés "más rápido de lo esperado".
Ante este contexto, y aunque la situación en Ucrania está afectando menos de lo previsto a América Latina, el Banco Mundial ya redujo su pronóstico de crecimiento para 2023, con un 4% menos de lo que se preveía anteriormente. "Es bastante difícil hacer pronósticos, lo que impide que los agentes inviertan en América Latina", ha lamentado Maloney.
DESAPARECE EL TEMOR A UNA CRISIS FINANCIERA
Por otro lado, desde el Banco Mundial han reducido su temor a una crisis financiera, tal y como sí preveían hace seis meses. "La tasa de préstamos en mora no ha subido tanto como pensábamos, sino que está muy por debajo de lo que sucedió durante la crisis financiera", ha apuntado.
Con todo, Maloney ha añadido que se debe seguir con atención este asunto porque una fracción importante de los prestamos reprogramados se encuentran en mora.
Finalmente, la deuda pública también es un asunto que preocupa ya que, aunque se ha reducido, todavía se encuentra un 10% por encima de donde estuvo antes de la pandemia y supone "mucha presión" sobre la balanza fiscal. "Esta cuestión deberá centrar nuestra atención de cara al futuro", ha concluído.
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