El Ejército israelí notificó a residentes para evacuar construcciones que serán derribadas por “necesidades operativas”, mientras Hamás denuncia un “crimen de guerra”
Al igual como lo hizo en Gaza, el Ejército de Israel ha anunciado este viernes planes para demoler más de una veintena de edificios en uno de los campamentos de refugiados de la ciudad cisjordana de Yenín, en el marco de su nueva operación a gran escala en los territorios ocupados.
"Como parte de la continuada actividad de las fuerzas de seguridad en el campamento de refugiados de Yenín, en el norte de Samaria -nombre bíblico de la zona norte de Cisjordania-, es necesaria la demolición de edificios, en línea con necesidades operativas claras", ha dicho en un comunicado, en el que ha especificado que se han entregado notificaciones a los residentes en 24 edificios.
Así, ha recalcado que "se ha dado a los residentes la opción de evacuar sus pertenencias" y ha argüido que la orden "busca reducir la amplitud de estas demoliciones al mínimo requerido, tras considerar otras alternativas". "Las organizaciones terroristas hacen un uso extenso de artefactos explosivos para poner en peligro a los elementos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que operan en los campamentos, a veces en zonas civiles densamente pobladas", ha apuntado.
En respuesta, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha criticado el anuncio y ha reseñado que "supone una declaración sobre su intención de cometer un crimen de guerra". "Es una peligrosa escalada de la política de limpieza étnica impulsada por la ocupación contra nuestro pueblo y de sus intentos para destruir el campamento e imponer un desplazamiento forzoso permanente de sus residentes, en aplicación de sus planes de anexión y cambio de la realidad demográfica en Cisjordania", ha alertado.
Por ello, el grupo ha pedido en un comunicado a los países árabes, a Naciones Unidas y al resto de la comunidad internacional que "asuman sus responsabilidades legales y morales" ante la "extensa agresión" contra los palestinos, al tiempo que ha solicitado "sanciones disuasorias contra el gobierno fascista de ocupación" y "pasos urgentes para proteger a los palestinos en Cisjordania, Jerusalén y la Franja de Gaza, dado que hacen frente a un exterminio sistemático".
El anuncio del Ejército israelí ha llegado en medio de la polémica por la muerte de dos palestinos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes durante sus operaciones en Yenín. Ambos fueron tiroteados después de rendirse y entregarse a los agentes, lo que ha llevado a la ONU a denunciar que este "descarado asesinato" supone "una aparente ejecución sumaria".
El Gobierno palestino condenó la "atroz ejecución" y resaltó que este hecho "constituye un crimen de guerra documentado", así como "una flagrante violación de todas las leyes, acuerdos, normas y valores humanos internacionales". A las críticas se sumó Hamás, que acusó a las tropas israelíes de una "ejecución a sangre fría" de dos "jóvenes palestinos desarmados".
Naciones Unidas afirmó recientemente que más de un millar de palestinos han muerto en Cisjordania a manos de militares o colonos radicales desde el 7 de octubre de 2023, fecha de los ataques lanzados contra Israel por Hamás y otras facciones palestinas, si bien ya en los nueve meses anteriores al 7-O se había registrado la mayor cifra de palestinos muertos en Cisjordania desde la Segunda Intifada, dos décadas antes.
PURANOTICIA