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Familias chilenas denuncian paupérrimas condiciones de menores de edad en Canadá tras contratar agencia para aprender idiomas

Familias chilenas denuncian paupérrimas condiciones de menores de edad en Canadá tras contratar agencia para aprender idiomas

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La reconocida empresa internacional Education First que acompaña a jóvenes y adolescentes al extranjero a estudiar idiomas, es el blanco de diversas denuncias de familias chilenas que acusan malas condiciones de higiene, comida con hongos, casas con consumo de drogas, dormitorios en sótanos y piezas separadas con cartones.

Familias chilenas denuncian paupérrimas condiciones de menores de edad en Canadá tras contratar agencia para aprender idiomas
Miércoles 10 de noviembre de 2021 15:43
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Entre el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez en Santiago y el Aeropuerto Internacional de Vancouver en Canadá, hay cerca de 10.561 kilómetros de distancia, que en un vuelo directo significa poco más de 13 horas en avión.

Para llegar a dicho destino, LATAM, solo ofrece la opción de viajar con dos o incluso tres escalas, en Lima, Los Ángeles o Nueva York, lo que deja el recorrido en un total de 23 o 27 horas para llegar al país del norte.

Pero a los 17 años, un día completo arriba de un avión puede incomodar poco o nada. Sobretodo cuando se trata de cumplir un sueño.

Viajar al extranjero para aprender un nuevo idioma es la aspiración de muchas familias chilenas, que año a año depositan su confianza en la agencia EF Education First, con presencia mundial, que promete llevar a sus hijos e hijas entre variados destinos para que aprendan una nueva lengua, se adapten a la cultura local y vivan una experiencia que recordarán por el resto de sus vidas.

La empresa EF  se dedica a la enseñanza de idiomas alrededor de todo el mundo, con presencia en 50 países como Estados Unidos, Inglaterra, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Irlanda, Malta, Singapur, Sudáfrica, Francia, Alemania, Italia, China, Japón y Corea del Sur. Quienes contratan sus servicios pueden elegir entre diez idiomas, entre los que se encuentran inglés, francés, italiano, alemán, japonés, coreano y chino.

En Chile la empresa cuenta con tres oficinas a lo largo del país: en Antofagasta, Viña del Mar y Santiago y la variedad de opciones para elegir es numerosa. Desde cursos de inglés, semestres en el extranjero, clases online e incluso un título en una “escuela de negocios independiente y reconocida con campus alrededor del mundo, con destino Estados Unidos, Inglaterra, China y Emiratos Árabes Unidos”, según indican en su página oficial.

Sin embargo, según denunciaron familias en este reportaje, no todo es color de rosa. Acusan graves condiciones en que la reconocida empresa tiene a sus hijos e hijas en el extranjero, particularmente en Canadá, en ciudades como Toronto y Vancouver.

Lo que prometía ser la mejor experiencia se transformó en una pesadilla. Malas condiciones de higiene, comida con hongos, casas con consumo de drogas, dormitorios en sótanos y piezas separadas con cartones, son solo algunas de las acusaciones en contra de EF, mientras que la empresa alude a casos aislados por posibles "choques culturales" de las y los estudiantes chilenos.

LAS DENUNCIAS

En su sitio web, la empresa promociona el servicio de “Familias EF” como “una experiencia de intercambio cultural viviendo con hablantes nativos en una casa privada. Profundiza en la cultura local, aprende expresiones con mayor facilidad y regresa a casa con un acento más auténtico. Disfruta del desayuno y de la cena con tu familia de acogida, de lunes a viernes, y todas las comidas los fines de semana”.

Aspectos básicos de nutrición e higiene que las familias acusan, no se están cumpliendo.

Una estudiante que pidió no ser identificada contó a Puranoticia.cl que “según EF las casas son con máximo cuatro estudiantes, pero en mi casa somos seis, estamos todas en un sótano, no nos dejan abrir ni siquiera las ventanas, entonces no tenemos ventilación. Mi contrato dice ‘pieza doble’, pero aquí supuestamente no tienen piezas dobles, entonces EF me dijo que me darían una pieza simple para mí sola. Pero en mi pieza somos tres niñas y está separada por cartones”.

Judith, madre de un menor de 17 años que está aprendiendo inglés en Canadá, de igual forma denuncia irregularidades en el sitio al cual llegó su hijo. “La casa donde están es un asco. Mi hijo me dice que cuando llegan a la cocina prefieren ni tomar desayuno porque la mantequilla está con hongos, le dejan un pocillo con cereales que son restos, o la leche la ha sacado del refrigerador y está como quesillo, entonces, me dice que no toman desayuno ni comen nada”.

Pero la preocupación de Judith no solo es el tema de la salubridad, sino también la seguridad e integridad de su hijo. Al igual que al resto de las familias, la empresa le prometió a la madre la experiencia de llegar a una “familia nativa anfitriona”, pero aquello no se cumplió.

“La persona que nosotros pensamos que era la dueña de casa y que hasta le hicimos llegar regalos, resulta que no vive en esta casa. Ahí vive una prima de ella con su familia y guagua, es una pensión y esta señora no tiene ni un cuidado con nuestros hijos que son los únicos menores de edad", explicó Judith.

“En el segundo piso hay tres habitaciones, en una está mi hijo con sus dos amigos con los que se fue al intercambio y en las otras dos hay un alemán que es drogadicto y en la otra es un gallo que tiene que tener 30 y tantos años que la señora de la casa le arrienda la pieza, o sea no es un estudiante y mi hijo dice que les ofrece marihuana a cada rato. Gracias a Dios tengo un hijo bien educado que sabe perfectamente que si se mete ahí no sale, pero ese es el nivel de la gente donde él está viviendo”, dijo Judith.

Una madre que pidió no revelar su identidad, cuenta que también envió a su hija a Canadá y que “llegó a una casa que no correspondía” a lo que le prometió EF.

Ellos te dicen que hay dos opciones: colocar a tu hijo en una casa de familia o ponerla en un hospedaje propio de EF, pero decían que la casa era mejor porque era de familia nativa entonces pueden tener relación con los dueños de casa y aprender mejor inglés. A mí eso me dio confianza y que además supuestamente tenían un teléfono en caso de una emergencia en donde la podían socorrer y todo”, aseveró.

“La cosa es que mi hija llegó a una casa que no correspondía, no había una familia. Era de una señora sucia que no les daba de comer. Había días en que las chicas llegaban sin desayuno al instituto. Se suponía que en la casa familiar les daban dos comidas al día, que eran las de la mañana y de la noche, más todas las comidas de los fines de semana; y eso no se cumplió. Las chicas pasaban hambre (...) Ella era agresiva. Las niñas pidieron una audiencia con EF y les mostraron las fotos, y ahí fue cuando recién solucionaron todo y les dijeron que las iban a ir a sacar del alojamiento”, explicó la madre.

Las familias especulan que lo que ocurre es que producto de la pandemia por el Covid-19, la empresa aceptó una cantidad desmesurada de estudiantes y que con ello, no tienen lugares para recibirlos.

“Yo creo que lo que pasa aquí es que están aceptando a cualquier persona que les diga 'tengo dos colchones, mándenme gente'. Pero nadie está verificando si las casas están aptas, las condiciones, nada”, aseveró la estudiante de EF Canadá.

Sin embargo, en la misma página web de la empresa se promociona con descuentos el destino: “Canadá sin cuarentena ni visa. 15% off”, se lee. 

AMENAZAS HACIA ESTUDIANTES

El miedo no solo lo sienten padres y madres a miles de kilómetros de distancia, sino que los propios jóvenes y menores que todavía están en Canadá.

La joven estudiante de EF, que prefirió no revelar su identidad para este reportaje, contó que “le he preguntado a varias chicas si quieren contar lo que les ha pasado, pero les da miedo dar su nombre. El tema es que como están acá solas les da miedo que les pueda pasar algo, quedan desprotegidas”.

El hijo de 17 años de Judith en tanto, también recibió amenazas junto a sus dos amigos. “Han ido a alegar millones de veces a la sede para que los cambien de casa y les dijeron que si seguían webiando los iban a llevar a una casa en una población y que ahí sí que lo van a pasar mal”.

La madre de una de las menores que actualmente sigue en el país del norte aseveró que “los de EF llamaron a mi hija ahí en Canadá y le dijeron que por qué ella había publicado en redes sociales algo si ellos le habían solucionado el problema. Ella les dijo que no había publicado nada. Entonces a mí me da cierto temor hacer una publicidad bajo mi nombre porque le pueden hacer algo a mi hija. Esta cuestión de EF es sumamente grande, entonces yo no sé con quién me estoy metiendo”, declaró preocupada.

Para la realización de este reportaje se consultó a la Defensoría de la Niñez, pero desde el organismo indicaron que como los casos están ocurriendo fuera de territorio nacional no tienen injerencia. Es por ello que Puranoticia.cl se contactó con una voz experta en derechos de niños, niñas y adolescentes (NNA) para conocer las implicancias legales de las situaciones que denuncian las familias.

Claudia Espinoza, psicóloga y docente de la Universidad Católica de Valparaíso explicó que "como estos chicos son menores de 18 años y dado que están en un país extranjero hay acuerdos y normativas en términos de sus derechos que son internacionales. La Convención de Derechos de la Niñez debería operar en todos los países".

La académica mencionó tres puntos fundamentales que no se estarían cumpliendo. "Primero, el derecho a ser informado fidedignamente es uno de los derechos de la Convención y en este caso hay información que ha sido errónea y engañosa. Segundo, las condiciones de vida digna. Lo complejo aquí es que estamos hablando de un servicio, pero no solo es la falla del servicio sino que vulnera condiciones mínimas de protección respecto a condiciones de vida, alimentación y condiciones sanitarias", puntualizó.

"Y tercero, el derecho a la protección que ellos tienen, el estar en un ambiente libre de violencias. Cuando están siendo amenazados u hostigados es un delito, es algo que debería denunciarse, por ejemplo el vivir en una pensión con personas que pueden poner en riesgo su integridad", explicó la experta.

HISTORIAL JUDICIAL DE EF

Pero esta no es la primera vez que la agencia recibe denuncias. En 2017, Jaime Ruiseñor decidió alertar a los demás padres a través de redes sociales de lo que vivió su hija, menor de edad en ese entonces, cuando contrató el programa de EF para estudiar inglés en Washington, Estados Unidos. Tras ello, la empresa lo demandó.

Puranoticia.cl accedió a los documentos legales disponibles para acceso público en la página web www.pjud.cl, en donde se constató la demanda interpuesta por EF contra el padre y posterior recurso en la duodécima Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, de éste último.

El padre denunció que en abril de dicho año celebró un contrato con la empresa para que su hija efectuara un curso de inglés en la ciudad de Washington DC, Estados Unidos, entre el 18 de septiembre del 2017 y el 16 de febrero del 2018.

El padre indicó que debido a su preocupación por la edad de su hija, la empresa le aseguró las “mejores condiciones de seguridad, hotelería, baños y habitaciones”. En el texto legal, relató que estando su hija ya en Estados Unidos, constató al viajar a verla que las condiciones de aseo en baños y habitaciones era “deficiente y que no existía seguridad alguna en el campus”.

Además de ello, indicó que su hija le informó la realización de fiestas con alcohol dentro del campus y que era objeto de acoso por parte de un alumno y una profesora. “Refiere que es por estos reclamos que se acusó a su hija de hostigamiento y agresión física a un alumno lo que se tradujo en el fin del programa y el traslado de la menor a Chile”, se lee en el documento.

“Estima que de ser ciertos, se debió realizar alguna denuncia por parte de EF Educación al ser constitutivos de delito cosa que no ocurrió por lo que son afirmaciones poco serias. Por lo anterior y dado que las páginas de Facebook de la empresa animan a compartir sus experiencias en sus cursos decidió verter sus opiniones al respecto a fin que se pudiera mejorar sus servicios”, se señaló.

Lejos de llegar a un acuerdo o solución, tras los comentarios efectuados por el padre en redes sociales, la respuesta de la empresa fue demandarlo. 

En aquel recurso, la empresa acusó a Ruiseñor de comenzar “una campaña de desprestigio internacional en múltiples idiomas incluyendo, español, inglés y portugués en todas las páginas de Facebook relacionadas con EF Educación con el siguiente mensaje: 

¡Cuidado!...no manden a sus hijos por ningún motivo con esta empresa de pacotilla, todo lo que ofrecen es una mentira…no hay controles para los niños menores de edad, se realizan fiestas clandestinas en las habitaciones y los guardias no controlan nada… las instalaciones muy malas, los baños desaseados, no limpian las habitaciones y lo peor, maltrato físico y psicológico con los niños…iniciaré demanda por estafa y por los daños físicos y psicológicos en contra de nuestra hija. Melissa Soto, directora de EF Washington, presiona y acosa de manera indebida a las niñas menores de edad”.

Es por ello que la empresa consideró que el padre incurrió en “afirmaciones arbitrarias e ilegales, sin asidero en la realidad y solo son una represalia o venganza contra EF Educación por la decisión de cancelar el programa de su hija”.

Sin embargo, la Corte de Apelaciones finalmente rechazó la demanda que emprendió la empresa en contra del padre de la menor.

Se dictaminó que las expresiones realizadas por Ruiseñor “fueron ejecutadas en las páginas que la empresa tiene para tales efectos, es decir, para que se comente, sea favorable o desfavorablemente la prestación de sus servicios (...) en relación a dichas expresiones, en concepto de esta Corte, no se ha producido la difamación como cree ver la empresa, sino que ésta debe analizarse en el contexto en que se realizaron, esto es, un reproche y malestar del señor Ruiseñor, por la prestación de servicios que en su concepto fue deficiente, pues no solo no se prestó en su integridad sino que además, su hija menor de edad, fue devuelta en un avión desde donde se encontraba estudiando sin compañía de un adulto responsable”, dictaminó el fallo de la Corte.

La prensa europea también ha reportado deficiencias y denuncias contra EF. En 2008 el diario español El País publicó una nota llamada “Consumo registra 89 reclamaciones en 2007 por estafas de cursos en el extranjero”, en donde entre otros casos, se menciona el testimonio de un hombre de 42 años que contrató en la sede de Barcelona de EF una estancia en la Universidad de Oxford (Reino Unido) “en una residencia fantástica del campus y clases reducidas para hombres de negocios”.

El medio español reportó: “La residencia estaba lejísimos y era denigrante: sucia, con telarañas, llena de basura. Con barrotes en las camas como si fuéramos presos (...) El lugar merece ser inmediatamente clausurado como establecimiento abierto al público (...) No quise dejar sin denunciar esta tomadura de pelo para que no les pase a los pobres estudiantes, más jóvenes que yo, que no saben cómo defenderse", declaró el afectado al diario.

COBROS EXTRAS

Es debido a las numerosas irregularidades que las decenas de familias afectadas comenzaron a compartir experiencias y así se dieron cuenta de más aspectos en común. Por ejemplo, acusan cobros indebidos que no están explícitamente informados en los contratos.

“A mí me hicieron firmar un contrato. Yo pagué $8.500.000 que es la totalidad y después cuando estaba todo listo y mi hija ya iba a viajar, me llega una carta diciendo que faltaban $700 mil porque había una conversión de plata que yo no tenía idea de qué era. Después hablando con una de las madres, me contó que una amiga de ella hizo tal escándalo en la oficina que finalmente le dijeron que ‘parece que no correspondía la plata’ así que se la dieron a su hijo en forma de créditos para que los canjeara en actividades para que hiciera en Canadá”, explicó una de las madres.

El “escándalo” al cual hace alusión la entrevistada, fue lo que le ocurrió a Judith. “Nosotros con mi marido pagamos el curso y de repente me dicen que no se puede generar porque supuestamente tenía una cuenta impaga. Me estaban cobrando un ítem que dice ‘corrección monetaria’ y eran US$1.200 que había que pagar de más. Yo decía ‘¡ya pagué 15 palos! cómo voy a pagar mil dólares más’”, explica.

La respuesta que le dieron a la madre fue por razones de “fluctuaciones de la moneda”. “Yo fui weona y lo pagué. Después empiezo a fijarme más y le pido a las otras mamás que son mis amigas si me pueden mandar la factura final y efectivamente no estaba la corrección monetaria. Yo les dije a los de EF que ‘me están metiendo el dedo en la boca y quizás a cuántos más, esto es un robo ustedes hacen tonta la gente’. Después me dijeron que me lo podían reembolsar y que efectivamente hubo un error, pero que esto se va a demorar. Entonces me ofrecieron que esa plata podía quedarse en forma de créditos para que mi hijo haga actividades de EF. Todo es así, todo está bien pensado. Te venden el cuento de que esta va a ser la experiencia de tu vida y nunca fue”, se lamenta la madre.

LA VERSIÓN DE EF

En conversación con Puranoticia.cl EF desmintió las acusaciones. Constanza Quaas, Head of sales & Marketing de la empresa aseguró que "la corrección monetaria sí está especificada en el contrato. Quien haya dicho lo contrario la verdad es que desconoce el contrato de nosotros. Nosotros cobramos en dólares, pero el pago de lo que es el colegio y los profesores se hace en moneda local. Entonces es algo normal que ocurre en cada país por temas de inflación y por los cambios de moneda. Esto no es algo sorpresa que estemos cobrando de más, está en el contrato”.

Sobre el proceso de selección de una familia anfitriona, Quaas explicó que pasa por un "encargado del hospedaje", que en este caso, se encuentra allá mismo en Canadá. “EF hace un contrato con la familia. No es que una familia simplemente se inscriba para recibir al estudiante por amor al arte por así decirlo, sino que nosotros le pagamos a esa familia”.

Así, según dice Quaas, las casas a las que llegarán los estudiantes "tampoco van a ser algo de lujo. Hay que pensar que una familia que va a trabajar recibiendo estudiantes es porque van a tener un segundo flujo de lucas, son familias que necesitan ese ingreso y no quiere decir que sean malas personas”. 

Por otra parte, indicó que desconoce el número exacto de la cantidad de estudiantes en dicho país, pero que "sí hay un volumen importante, sobre todos los niños más pequeños de colegio porque es un país muy seguro para que ellos vayan y por tema de pandemia fue uno los países que tenía menos trabas para los estudiantes chilenos para poder viajar".

“Siempre se van a notar mucho más las personas que no están a gusto o que a su parecer no se les está entregando el servicio que ellos se imaginaron o cómo se les pintó. Nos pasa que hay harto choque cultural. Acá en Chile nuestro target son estudiantes que están acostumbrados a tener a una persona dentro de la casa que les sirve 24/7, probablemente la mamá que está en la casa. Entonces llegan a una familia en donde los dos son trabajadores y no hay una nana, entonces ahí se empiezan a estresar”, apuntó.

Siguiendo esa misma línea, agregó que "en ese momento (las familias) tienen que ser un poco más abiertas. Y eso les explicamos a los chicos y a los papás. No podemos pretender que vamos a viajar al extranjero y que todo siga funcionando exactamente igual. Nos pasa muy a menudo, sobre todo con los estudiantes de colegio, porque son un poco más mimados y porque ese target con el que trabajamos tienen otra realidad”.

Sobre las acusaciones más graves de las familias, Quaas expresó que “si tú me comentas que hay una habitación con seis estudiantes eso no me calza y hay que levantar la mano. Es un caso aislado, pero hay que hablar con el encargado de casa de familia y pedir el traslado. El criterio de a quién vamos a sacar de una casa de manera automática es porque efectivamente ese estudiante está en peligro y hay que sacarlo ahora ya. Pero si hay un estudiante que me dices que está en una habitación que no tiene ventanas ... o sea en verdad eso no es que esté en peligro, es una lata y si no está a gusto vamos a buscar la disponibilidad para moverlos, pero no está en peligro su vida”, sentenció EF.

LO QUE SE VIENE

Al momento del cierre de este reportaje, Judith indicó que su hijo y sus dos amigos fueron removidos de la residencia y enviados a un hotel bajo el costo de EF. "Tanto reclamo tuvo frutos", declaró la madre.

"Durante este fin de semana que pasó se produjo un incidente del cual no conozco las características, pero tiene que haber sido algo bastante grave porque mi hijo me comentó que fue a reclamar a EF y los sacaron de la casa, a él, sus dos compañeros y otro chico chileno más. Son tres de 17 años y uno de 18", explicó.

"Ahora los están alojando en dos habitaciones de un hotel que comparten. EF está pagando lo que es el tema de la alimentación y estadía mientras encuentren una familia donde los puedan colocar. Así que menos mal que tanto reclamo tuvo frutos. Veamos ahora qué pasa", aseveró Judith.

En el caso de la madre que tiene a su hija en Canadá, también logró que la cambiaran de residencia tras sus reclamos.

"Cuando hablé con los de EF y les dije que esto no correspondía, que cómo era posible que tuvieran a mi hija en esas condiciones, me respondieron con una actitud de que les estuviese contando algo habitual, no hubo factor sorpresa, no manifestaron preocupación, me dijeron: 'es que como EF es un programa muy caro, la gente que lo contrata es de un nivel económico alto, entonces los chicos cuando llegan piensan que van a encontrar una especie de castillo'. Entonces de qué estamos hablando, una respuesta patética, nada que ver", señala la madre que no quiso revelar su nombre por el bienestar de su hija.

"Ellos debieron haber hecho algo así como de ultra emergencia, porque a mi hija fue a la única que pusieron en una casa individual de una familia que nunca antes había tomado una chica de alojamiento. Mi hija ahora está bien y las otras chicas que vivían con ella quedaron en una pieza compartida", afirmó.

Algunas de las familias entrevistadas para este reportaje, indicaron que no descartan acudir a instancias judiciales así como asistencia de parte del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac).

Tal es el caso de la estudiante que prefirió no revelar su nombre, quien aún está a la espera de una respuesta del Sernac en donde puso un reclamo de manera virtual. De todas formas asegura que ya abandonó las esperanzas de ser cambiada de residencia.

"Yo estoy pidiendo asistencia psicológica al seguro porque al final lo único que hacen aquí es que una termine estresada. La única solución que me dan desde EF es quitarle la cama a otra niña y pasármela a mí, pero dentro de la misma casa. Y esa no es una solución porque al final es cagarme a otra para yo estar un poco mejor", contó la joven.

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