El mejor tipo de farol de doble barrel es el semifarol. Esto se da cuando la carta del turn no te da la mano hecha, pero te abre puertas traseras. Tal vez no poseas nada aún, pero el turn te ha regalado un proyecto de color o una escalera interior.
La apuesta de continuación es una de las primeras jugadas que aprendemos; aquí subes antes del flop, los oponentes pasan y apuestas para mostrar fuerza. Es una jugada común, pero el problema viene cuando esa primera bala falla y el oponente paga. En ese momento, muchos jugadores se congelan porque se dan cuenta de que su plan ha fallado y se rinden, pagando el turn y regalando el bote. Aquí es donde el doble barrel o segundo disparo marca la diferencia entre un jugador predecible y uno temible.
Disparar otra apuesta en el turn es una apuesta de fuerza bruta psicológica. Cuando un rival foldea al flop, a menudo está pagando con una mano marginal o un draw para ver qué sucede o porque no te cree. Su amplitud de manos es usualmente floja y especulativa, por lo que, volviendo a apostar en el turn, les pones otra decisión cara en sus caras. La mayoría de las manos que sostienen una apuesta se derrumban ante la segunda.
Para llevar a cabo esta estrategia se necesita confianza y dominio de la mecánica del juego, ya que no puedes titubear en apostar fichas o en calcular riesgos. Para dominar esta técnica, lo mejor es practicar en plataformas con excelente software. Cuando juegas al poker online actual, obtienes un software renovado con ventanas intuitivas y agrupación inteligente de mesas para que te concentres solo en leer la mano y hacer tus faroles con precisión en modo de práctica o por dinero real.
Una interfaz eficiente permite visualizar la acción y no equivocarse por culpa del diseño. La claridad mental es esencial cuando estás apostando en el centro sin la mejor mano.
No todos los giros son iguales; por lo tanto, para que un doble barrel funcione, la carta de la cuarta calle tiene que narrar una historia o asustar al oponente. Las mejores cartas para bluffear de nuevo son las "scare cards" o cartas de miedo. Normalmente, son cartas altas, mayores que las que se encuentran sobre la mesa (un as o un rey).
Si el flop fue bajo, por ejemplo, 852, y el turn es un As, hay que disparar de nuevo. Esa carta afecta mucho más a tu línea de subida preflop que a la de call. El oponente sospechará que tienes la pareja mayor y tendrá que descartar sus parejas medias o bajas. Por el contrario, si el turn es una carta libre o "ladrillo" (como un dos que no completa nada), es más complicado simular fuerza si ya te pagaron antes. En tales situaciones, detenerse suele ser la medida más sensata.
El mejor tipo de farol de doble barrel es el semifarol. Esto se da cuando la carta del turn no te da la mano hecha, pero te abre puertas traseras. Tal vez no poseas nada aún, pero el turn te ha regalado un proyecto de color o una escalera interior.
Apostar aquí es muy lucrativo, ya que se tienen dos maneras de ganar. La primera es que el oponente foldee ante tu apuesta y la segunda es que, si te paga, todavía tienes una carta más, el river, para completar tu mano y llevarte la mejor mano. Disparar únicamente aire es peligroso, por lo tanto, es mejor hacerlo cuando tienes incluso un 15 o 20 por ciento de posibilidades de mejorar porque pone la matemática de tu lado.
Conocer a quién estás atacando es tan crucial como las cartas. El doble barrel es mortal contra jugadores que flotean mucho en el flop.
Los flotadores son los que pagan en el flop con casi cualquier cosa para robar el bote en el turn si pasas. Contra ellos, la segunda apuesta es el mejor remedio. Les corta el rollo.
Pero cuidado con los jugadores ultrapasivos, los llamados calling stations. A este tipo no le importa el tacto del tablero ni quién seas tú. Si tienen pareja, van a pagar hasta el final. Tratar de sacar a un jugador que no sabe tirarse es una manera segura de perder plata, así que contra ellos, el doble barrel se guarda para cuando tienes una mano sólida de valor, nunca de farol.
La cantidad que apuestas en el turn debe ser consistente, ya que si apuestas muy poco, dejas al oponente un precio bueno para intentar completar sus planes, pero si apuestas demasiado, te arriesgas a perder gran parte de tu stack si el oponente realmente tiene una mano formidable.
Por lo general, una apuesta de medio bote a dos tercios del bote hará el truco. Es una suma que expresa convicción y que deja la pelota en manos de los medianos. Recuerda, quieres que las manos mediocres del oponente, las que pagó feliz en el flop, de repente parezcan insuficientes. El doble cañón es como narrar una historia de poder creciente que el enemigo no puede, o no quiere, pagar.
PURANOTICIA