Constanza Bestard recibió atención multidisciplinaria en el Hospital Gustavo Fricke para garantizar el parto de los pequeños, que están en buen estado de salud junto a su familia.
Con apenas 21 años, y una pequeña de seis, Constanza Bestard, de Forestal, quería tener más hijos. Por eso, cuando se hizo un test de embarazo que salió positivo, acudió rápidamente al Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar para constatar cuánto tiempo cursaba. La sorpresa fue grande, primero para la doctora, cuando detectó no uno, sino tres latidos cardíacos.
Tal como lo comenta la gineco obstetra Carolina San Martín, "fue bien inesperado, me tocó evaluar a Constanza en la Unidad de Emergencia Ginecológica, porque también hago turnos y al hacer la ecografía, en vez de haber un bebé, no había dos, sino que había tres. De hecho, fuimos a un ecógrafo de mejor resolución para mirar bien, para evaluar que estuvieran los tres pequeñitos vivos y ahí recién le dimos la noticia. Ahí casi se me desmaya la Constanza, pero lo tomó muy bien”.
La joven madre agrega que “a mi pareja le conté, la llamé, le dije: ¿sabes qué? Son tres, y quedó así como transpirando, helado, y después le conté a mi hermana, después supo mi papá, pero se asustaron porque como son tres y ahí después empezó a crecerme la pancita”.
Se trata de Rosario, Faina y Derek, que tras 34 semanas de gestación nacieron mediante una cesárea programada tras un estricto control hospitalario.
La Dra. aclara que “en los embarazos múltiples, obviamente que hay un mayor riesgo de varias patologías del embarazo, principalmente síntomas de parto prematuro, hay patologías que se asocian a la corionicidad, que es si comparten o no placenta a los bebitos, en este caso era cada bebito con su placenta, por lo tanto, en ese sentido, el riesgo era un poquito menor, pero obviamente de triple es mayor de varias patologías, en este caso principalmente de parto prematuro. Entonces, tienen que estar sí o sí en control y a la Constanza la veíamos en forma mensual al menos”.
Y tras unos días hospitalizada, a las 34 semanas de gestación se programó la cesárea, que atendió la misma Dra. San Martín: “Fue bien bonito, porque en realidad nosotros acá tenemos muchas pacientes, no siempre uno va siguiendo a las pacientes, pero en algunos casos sí, me tocó particularmente con ella ir haciendo varias ecografías, varias evaluaciones y teníamos claro la semana en que se iba a operar, pero no tan claro el día, por el hecho de que al ser tres bebés prematuros requería obviamente una coordinación con la Unidad de Neonatología. Entonces que coincidiera justo el día que estaba yo fue muy bonito. Y la cesárea en sí también fue muy bonita, porque en realidad salieron todos los bebitos muy bien, mucha gente fuera del pabellón esperando el evento y ella la verdad que también anduvo bien”.
La mamá reconoce, primero, que requerirán muchos pañales. Y la logística de mantenerlos saludables y contentos: “Sí, igual es complicado, es difícil, porque uno está ahí, le doy la leche, después tomo el otro, le doy la leche, después el otro y después, los chanchitos, los mudo a cada uno y ahí quedo, se portan súper bien”.
Sin embargo, está feliz junto a su extendida familia, y en especial la hermanita mayor. “Mi chanchita es la más contenta, y la tía también, su tía Karina. Más adelante van a tener que ver cómo van a hacer los cumpleaños va a estar cerca de Navidad, el Año Nuevo. O sea, se viene difícil, pero se puede lograr”.
PURANOTICIA