Si bien, muchos piensan que se trata de un proceso rápido, lo cierto es que es todo lo contrario, y recién se dio el primer paso para su ansiada materialización: un plazo de 30 días para entregar propuestas de terreno donde se construya el nuevo centro asistencial porteño.
Una de las más sentidas necesidades expresadas por la ciudadanía durante los últimos tiempos tiene que ver con la salud de la población. Bajo esta premisa, y sumado a la actual crisis que enfrentan las redes asistenciales del país debido al aumento de las enfermedades respiratorias, ha comenzado a recobrar fuerzas la idea de construir un nuevo Hospital Carlos van Buren para la comuna de Valparaíso.
Con esta idea en mente, esta semana se conformó el Comité Intersectorial para la búsqueda de un terreno que permita materializar este viejo anhelo de la población porteña, pero que también es sentida por las comunas aledañas de la región e incluso de otras zonas, como Coquimbo, al ser un centro de referencia de la zona central.
A modo de conclusión de esta primera cita, se fijó un plazo de 30 días para dar los primeros pasos respecto a posibles lugares donde podría estar emplazada la construcción del nuevo centro asistencial, y para lo cual ya se habla de un terreno de 3 hectáreas que permita construir un edificio de 100 mil metros cuadrados.
Tomando en cuenta que se trata de un proyecto a largo plazo, uno de los que primero dio luces respecto a fechas, fue el diputado y presidente de la Comisión de Salud de la Cámara, Tomás Lagomarsino (Ind.-PR), quien sostuvo acerca de la iniciativa de construir un nuevo hospital Carlos van Buren para Valparaíso que "sé que vamos a lograr cumplir este objetivo y tener en proceso de licitación este emblemático proyecto antes de que termine el Gobierno del presidente Gabriel Boric".
Una fuente de Puranoticia.cl conocedora de la iniciativa en cuestión –al estar involucrada justamente en el Comité Intersectorial– dio cuenta que el primer paso que se debe dar es conseguir un terreno donde se pueda materializar la obra, objetivo que se plantearon resolver en 30 días con algunas posibilidades concretas.
Una vez que esto se defina, recién ahí se puede avanzar en el diseño, el cual tardará aproximadamente unos dos años. Es decir, si se consigue un terreno disponible durante el año 2024, recién el 2026 podría estar ejecutado el diseño de esta megaobra que llegaría a complementar la deficiente infraestructura actual del recinto médico.
Con el diseño finalizado, comienza la siguiente etapa, correspondiente a la licitación de las obras, tiempo que es indeterminado pues depende de múltiples factores; esto, considerando que se trata de un proyecto que bordearía los $340 mil millones.
Considerando la experiencia histórica en este tipo de construcciones, que tardan unos cinco años en promedio, si se toma en cuenta que el diseño concluye el año 2026, esta fuente consultada por Puranoticia.cl estima que recién entre el año 2030 y 2031 la Ciudad Puerto podría contar con un nuevo Hospital Carlos van Buren.
Teniendo presente que se trata sólo de una fecha estimativa, Puranoticia.cl se adentró en el paso a paso que debe seguir un proyecto de esta envergadura hasta ver la luz. En ese sentido, el primer paso es justamente la concepción de esta Comisión de Búsqueda de Terreno, la cual da el puntapié inicial de tres ejes que deben converger.
El primero de ellos es el terreno, cuya solución del Ministerio de Salud fue crear la Comisión Intersectorial que entregará diferentes propuestas, todas con sus respectivos puntajes que permitirán evaluar el costo, la viabilidad y las obras complementarias o de saneamiento, porque estas últimas pueden encarecer mucho los proyectos y, a su vez, restarle puntajes a terrenos que a priori se pensaba que eran mejores.
El segundo eje es el de los estudios previos, que consta de dos grandes procesos: Estudio Preinversional Hospitalario (EPH), el cual plantea las carteras de prestaciones de un hospital, como por ejemplo que tenga su Urgencia Pediátrica separada de la Gineco-Obstétrica y de la Adulta; la cantidad de pabellones, de box de atención y/o camas. Luego pasa al Proyecto Médico Arquitectónico (PMA), que le asigna los metros cuadrados a lo que entrega el EPH.
Entonces, con el Estudio Preinversional Hospitalario y el Proyecto Médico Arquitectónico finalizados, sumado a las características propias del terreno donde se construirá, ya se puede establecer cuánto costará el proyecto y, por ende, dar comienzo a la licitación, el tercer y último eje de este largo proceso que, como ya se dijo con fechas estimativas, podría entregar un nuevo Hospital Van Buren entre 2030 y 2031.
Ya con el terreno, los estudios previos y los recursos, los tres ejes convergen y se puede dar paso a la fase de licitación, donde puede generarse una complejidad como la que tuvo la construcción del nuevo Hospital Dr. Gustavo Fricke de Viña del Mar, cuyo diseño fue realizado por una empresa, pero la construcción fue ejecutado por otra.
Uno de los motivos por los cuales las fuentes consultadas por Puranoticia.cl respecto a fechas estimativas para que estuviera en marcha el nuevo Hospital Carlos van Buren no quisieron que aparecieran sus identidades, tiene que ver justamente con que es una situación indeterminada y que depende de muchos factores. En ese sentido, uno de ellos tiene que ver justamente con el hecho de si el diseño y la construcción serán realizados por una empresa o por dos (como en Viña del Mar). Otro factor tiene que ver con la modalidad de la construcción del proyecto en cuestión.
Hay que tener presente que todos los recursos para construir hospitales son sectoriales y provienen del Ministerio de Salud, pero lo que puede variar es el mandante que levanta la licitación y supervisa a la empresa que construye. En ese sentido, hay tres experiencias: la primera, del mismo Minsal, a través del Servicio de Salud respectivo (el Valparaíso - San Antonio en el caso del nuevo Van Buren); y la segunda, del Ministerio de Obras Públicas, a través de su Dirección Nacional de Arquitectura (como ocurrió con el Biprovincial Quillota - Petorca), donde ellos mandatan para ejecutar los recursos, mientras que el Servicio de Salud cumple sólo un rol de asesor técnico.
La tercera es por medio de una concesión o también llamada alianza público-privada, que, a su vez, tienen dos modalidades: hospitales concesionados de primera generación, donde se concesiona todo, desde la mantención hasta el estacionamiento, el aseo y la lavandería del hospital; y hospitales concesionados de segunda generación, donde se concesiona sólo la mantención y el equipamiento.
Si bien, ambas experiencias son fuertemente criticadas por las fuentes consultadas por Puranoticia.cl, lo concreto es que esta última modalidad tiene una entrega mucho más rápida, pues la empresa que se adjudica la licitación sólo ve el dinero una vez que el hospital está entregado, por ende se trabaja a toda máquina. Otro beneficio es que el Estado no necesita tener los recursos al momento de iniciar la construcción. El punto negativo es que, a la larga, sale más caro porque se le entrega la concesión del hospital a una empresa para que recupere su inversión, por ejemplo, en los próximos 20 años.
Una vez conocidas todas las opciones, Puranoticia.cl tomó contacto con el diputado y presidente de la Comisión de Salud de la Cámara, Tomás Lagomarsino, para conocer su opinión respecto a la mejor alternativa que tendría Valparaíso para contar un nuevo recinto médico, del que dijo que "un Van Buren para mí es prioritario".
Luego, continuó señalando que los hospitales concesionados de primera generación "son funestos y no estoy ni un milímetro abierto a eso". Respecto a los hospitales concesionados de segunda generación dijo que "ahí estoy abierto, pero dependiendo de las condiciones y la disponibilidad presupuestaria".
Y es que el parlamentario precisó que "si el 2025 se abre la licitación del nuevo Van Buren y me dicen que no están los recursos para empezar a construirlo, pero que podemos meter un concesionado de segunda generación, yo lo tomo. Obviamente yo prefiero que se consigan los recursos y que sea mandato del MOP, con recursos del Estado y sin modalidad de concesión, pero si llegado el 2025 está el terreno y los estudios, pero faltan los recursos y me ponen sobre la mesa un concesionado de segunda generación, yo no lo descarto".
De igual forma, Lagomarsino indicó que "mi sesgo ideológico no me va a nublar de tener una solución para los habitantes de Valparaíso en un corto periodo tiempo".
PURANOTICIA