Un oficial y dos suboficiales de Gendarmería fueron retenidos por reclusos por cerca de 1 hora con 15 minutos en el Centro de Detención Preventiva de Angol.
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El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, afirmó que se podría formalizar por el delito de secuestro a los autores del motín registrado este domingo en el Centro de Detención Preventiva de Angol.
Cabe recodar que un oficial y dos suboficiales de Gendarmería fueron retenidos por reclusos por cerca de 1 hora con 15 minutos a modo de protesta por no haber podido recibir la visita de familiares -quienes protagonizaban desórdenes en el exterior-, ya que se realizaba la elección del Consejo Constitucional.
Garrido sostuvo que arribó a la cárcel de Angol, donde tomó declaraciones a los afectados y se constataron sus lesiones. "Los antecedentes con los que contamos hasta el momento dan cuenta de un encierro, de la privación de libertad de funcionarios públicos que estaban cumpliendo sus funciones", dijo este lunes.
"En principio esa es una conducta que podría configurar el delito de secuestro, pero no descartamos otros delitos asociados a atentados contra la autoridad. Esta es una investigación que se está recién iniciando, recopilaremos con urgencia la mayor cantidad de antecedentes para poder formular cargos", añadió.
El persecutor detalló que "el delito de secuestro consiste en encerrar o detener a una persona, esa es una conducta que en este caso ocurre. Tenemos que analizar algunos detalles respecto de otros elementos de ese mismo delito para poder hacer una imputación final y ver quienes son las personas que participan directamente en el mismo".
Consultado por si se podría invocar la Ley Nain-Retamal, indicó que "es uno de los elementos a considerar eventualmente, teniendo en consideración las lesiones que presentaron los funcionarios de Gendarmería, tanto quienes fueron retenidos como quienes participaron del procedimiento posterior que permitió recuperar la libertad de las personas que estaban detenidas en ese momento".
Tras el motín se llevó a cabo un allanamiento en el módulo F del penal, donde se encontraban los presos mapuche involucrados. Se requisaron elementos prohibidos, como armas cortopunzantes y licor artesanal, por lo que sumado a los graves incidentes se determinó el traslado de todos por razones de seguridad.
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