Roberto Garrido explicó que "estamos avanzando, pero no es posible pensar en que a corto plazo vamos a tener resultados en esta indagatoria".
El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, a cargo de la investigación por el triple homicidio de carabineros en Cañete ocurrido hace un mes, calificó como “particularmente compleja” la indagatoria para dar con los responsables del crimen.
En diálogo con radio ADN, el persecutor afirmó que “como lo decía el fiscal nacional (domingo), es posible contar con cierto optimismo en el sentido de que siempre ha habido avances en la investigación, hemos logrado por lo menos determinar la existencia de dos lugares de interés, hemos también podido obtener evidencia balística que nos está permitiendo hacer comparaciones”.
“Es decir, estamos avanzando, pero no es posible pensar en que a corto plazo vamos a tener resultados en esta indagatoria”, indicó.
“Hay que ser muy responsables y lograr reunir una serie de antecedentes que nos permitan no solamente hacer una imputación, sino que sostenerla posteriormente en un judicial”, agregó.
La imposibilidad de comprometer resultados en el corto plazo se basa, según Garrido, en la experiencia acumulada en otras causas.
Es una “conclusión que nosotros planteamos a partir de la experiencia que hemos logrado reunir en investigación de hechos similares”, afirmó.
“La investigación por los homicidios del suboficial Eugenio Naín, del suboficial Benavides, también por el funcionario de la PDI Morales Balcazar, nos indican que se necesita mucho tiempo para reunir antecedentes que permitan sostener fundamentalmente una imputación”, aseguró.
“El contexto en el que se produce este ataque y la planificación previa para poder atacar a los funcionarios de Carabineros, esta preparación que no solamente incluía poder actuar de manera que asegurara el resultado de la acción, sino que también para ocultar evidencias, nos pone la investigación evidentemente cuesta arriba”, agregó.
Pese a las complejidades de la indagación de este triple homicidio a carabineros, el persecutor manifestó: “Lo que sí podemos sostener es que, es posible obtener resultados, es posible esclarecer los hechos, pero hay que evitar las prisas porque de lo que se trata en este caso no es solamente de poder apuntar a una persona, sino que de poder reunir los elementos que lo vinculen directamente con los hechos que son materia de la investigación y poder sostener esa imputación en definitiva en el juicio”.
Respecto a cuántas personas habrían participado en esta emboscada, el persecutor detalló que no hay antecedentes para “precisar exactamente el número involucrado en este hecho. Lo que sí podemos plantear, a raíz del avance de la investigación, esto fue completamente planificado”.
“Hay un estudio de la rutina, encontramos evidencia de la permanencia de personas por varias horas en el lugar, precisamente por los restos que quedan en la vegetación, el corte de alambre, el uso de elementos aparentemente como guantes quirúrgicos para no dejar huellas, nos da cuenta de que hubo una emboscada, en la que participaron varias personas que aprovecharon una brecha en la seguridad de los funcionarios de Carabineros para poder realizar el control de medidas cautelares”, describió.
Garrido agregó “esto también nos permite concluir que las personas que participaron en esta acción son personas que normalmente operan también en estos sectores, que están vinculados a organizaciones criminales”.
En cuanto a la participación de la Resistencia Mapuche Lafkenche en el crimen, el persecutor afirmó que “no estamos en condiciones de hacer esa afirmación por ahora (...) todavía nos falta avanzar mucho en términos de poder determinar quiénes son los que participaron o planificaron esta acción, y una vez que eso esté claro podríamos aventurarnos en conclusiones (...) es uno de los desafíos de la investigación: poder precisar quiénes participaron y qué orgánica eventualmente están detrás”.
Consultado si ha recibido amenazas en el marco de esta investigación, Garrido respondió que “en el marco de esta investigación no, pero el tiempo que llevamos hemos sido objeto de amedrentamiento y de amenazas”.
“Tenemos una política de seguridad al respecto, que se ha reforzado de parte de la Fiscalía Nacional en el último tiempo, y siempre estamos atentos a las situaciones que nos pueden afectar, pero lo tomamos como parte de nuestra labor y de ninguna manera nos inhibe en lo que tenemos que desarrollar”, subrayó.
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