En medio de la catástrofe por los incendios en Viña del Mar y Valparaíso hubo un lugar que salvó de las llamas gracias a la organización de sus vecinos junto al gobierno. Aquí, expertos analizan el fenómeno, llaman al trabajo conjunto y plantean posibles soluciones para construir barrios a futuro.
Los incendios del fin de semana en Quilpué y Viña del Mar dejaron miles de casas destruidas y sueños de cientos de familias paralizados. Pero hubo un lugar que salvó de ser devorado por el fuego en Canal Chacao, el Barrio Botania. ¿Qué hicieron, desde cuándo y cómo? Y la pregunta, quizás, más importante, ¿cómo se puede replicar ese modelo en otros lados de la Región de Valparaíso para evitar futuras tragedias? Expertos y el coordinador de los vecinos de la milagrosa villa lo analizan.
Lo primero que hay que decir -ha sido mencionado en los medios en los últimos días- es que el barrio Botania, en Quilpué, es un espacio donde están instaladas 70 casas y que, pese a que su alrededor terminó completamente quemado, todas las casas se encuentran intactas. En febrero de 2023 la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y el organismo Caritas Chile comenzaron a preparar a los vecinos del lugar con un plan de prevención de incendios que funcionó este fin de semana.
Rodrigo Vargas, presidente de la Comunidad Canal Chacao, estuvo coordinando a la comunidad del Barrio Botania para prevenir estragos en caso de un incendio forestal, debido a la ubicación de la villa. "Hace mucho tiempo el barrio viene trabajando en esto, se han hecho desmalezado en el perímetro de Botania, pues estamos insertos en un sector riesgoso. Esto fue un proceso de mucho tiempo, no es de ahora. Nuestro barrio es relativamente joven, hubo un año en que hubo muchos incendios y se quemó mucho el sur, y ahí entendimos que teníamos que hacer algo. Se manera espontánea varios vecinos se comenzaron a organizar y a trabajar en sus pasajes. Nuestro lugar tiene un único lugar de entrada y salida, y el incendio de 2022 nos provocó quedar aislados sin poder evacuar, por lo que se nos propuso formar un comité de prevención".
Esto comenzó a través de la Junta de Vecinos de Canal Chacao, a través de un vínculo de la municipalidad con Conaf y Caritas Chile. "Somos parte de un proyecto financiado por un organismo norteamericano llamado USAID, entonces ellos proveen fondos para que nosotros podamos obtener herramientas, como un contenedor, baños, generador, megáfonos, etcétera, diferentes cosas que nos han permitido poder gestionar. Porque lo que nos pasó el día del incendio de 2022 es que quedamos incomunicados en nuestros celulares, así que la única forma de comunicación de la organización fue a través de la radio. Entonces, ese año quedamos con esa inquietud, asistimos a capacitaciones de Conaf, de Caritas Chile para la gestión de riesgo, para formular el proyecto y las cosas que nos permitieron funcionar este fin de semana".
¿QUÉ APRENDIERON?
En las capacitaciones que realizaron los vecinos lograron aprender los conceptos básicos de los incendios forestales, como "alejar lo más posible la foresta del techo de tu casa, limpiar la canaleta de tu casa, desmalezar, si estás en un lugar forestal hay que reconsiderar el proceso de construir cosas con madera o algo inflamable porque eso es propenso a que las pavesas prendan nuestras casas. Hay que evitar todo lo que sea inflamable, plástico, tener las terrazas despejadas, remover los cachureos en las terrazas, porque todo eso se va a prender. Hay que limpiar las canaletas también en verano, porque si llega una pavesa allí se va a encender.Son todas cosas que nosotros podemos hacer como vecinos. Y lo otro es tener una distancia de al menos 3 metros entre la foresta y tu sector o casa. Eso en Botania se cumplió".
PLANES QUE SE PRACTIQUEN UNA VEZ AL AÑO
Eso es parte de lo que plantea el exdirector de la Onemi Guillermo de la Maza para prevenir que los incendios forestales afecten a las comunidades. "Cuando la gente dice que este tema es lejano, no lo es. Hay muchos sectores que están expuestos, el área urbana y rural, por lo tanto las medidas de seguridad, de control el uso del fuego como herramienta de trabajo y para la eliminación de microbasurales, una chispa mecánica de una sierra, una galletera, una soldadura, un tubo de escape mal mantenido, generan incendios también, más allá de la intencionalidad".
Por eso, afirma que es clave "en honor a aquellas personas que murieron, están desaparecidas o lo perdieron todo, empezar hoy a ocuparse del tema con un entrenamiento permanente a partir de la elaboración de los planes que sean participativos y coherentes con el plan comunal, provincial y regional. Eso tiene que empezar a hacerse y a practicarse una vez al año. Y que existan los comités vecinales también porque la primera respuesta siempre va a ser de los vecinos, primero sobre cómo dar alarma, cómo despejar las vías para que los vehículos de emergencia acudan. La gente tiene que empezar a colaborar en eso también. Las medidas pueden ser muchas pero si no se cumplen, no se practican y no se toma consciencia, vamos a seguir teniendo estos problemas".
CÓMO PLANIFICAR CIUDAD
Sobre cómo planificar los nuevos barrios, ya sea en el proceso de radicación o reconstrucción de los destruidos por los incendios, o en general en la región, Luis Álvarez, académico e investigador del Instituto de Geografía PUCV, y especialista en Urbanismo, indica que "todo los lugares siniestrados se pueden volver a reconstruir, pero con adaptación al riesgo de incendios, manteniendo los entornos en sus condiciones naturales, hay que restaurarlos, infiltrando la mayor cantidad de agua en el periodo de lluvias, realizando configuraciones urbanas compactas y homogéneas en densidad, preparando a la población, siempre habitando arraigadamente y con desarrollo de ciudadanía, ósea, sentido de comunidad", entendiendo que esto no es una tarea solo del gobierno sino que en conjunto: "Es polivalente, por cierto mutualismo en las acciones y gestión, desde la academia construir información, generar explicaciones con CIENCIA, hacer de la ciudad una “ciudad educada”.
Afirma que la perspectiva ambiental del desarrollo en las ciudades no ha logrado instalarse suficientemente, y que "siempre aludimos fines criminalísticos sabiendo que la verdadera explicación es ambiental. Vivimos en un entorno precario lleno de vulnerabilidades y estas favorecen la proyección del fuego".
En tanto, respecto de si hay alguna forma de plasmar estas nuevas formas de construir ciudad en los planes reguladores, manifiesta que sí hay, "sobre todo las vialidades para que estas sean la infraestructura critica para el desastre y luego para la reconstrucción, las vías estructurante deben ser poliductos, donde este la energía, las redes secas para bomberos, en general allí debe preservarse la urbanización, para la reconstrucción posterior. Que los habitantes no queden desamparados de ciudad".
TOPOGRAFÍA COMPLEJA EN EL GRAN VALPARAÍSO
El arquitecto de Atisba, Iván Poduje, señala que se puede reducir el riesgo en las ciudades de la región, "pero nunca eliminarlo ya que la topografía del Gran Valparaíso tiene condiciones que elevan ese riesgo respecto a otras ciudades. Las quebradas que aceleran el fuego, la dificultad de accesos, las masas de bosques sin control o la existencia de 10 mil familias en campamentos".
Reconoce que es una tarea compleja, ya que los bordes del Área Metropolitana de Valparaíso "están constituidos en parte significativa por urbanizaciones informales sin una infraestructura urbana mínima, por ende, la necesidad de inversión es aún mayor". Para el especialista, lamentablemente "se han perdido muchos años, ahora hay que ser capaces de reducir el alto déficit de vivienda considerando como punto de partida el diseño de área residenciales seguras, un problema que requiere de respuestas integradas entre varios estamentos del Estado".