Banda delictual ingresó violentamente a la casa de un ejecutivo en Olmué, para luego secuestrarlo a él y su familia. Ya en el banco, en Nogales, amenazaron al guardia y procedieron a sustraer $110 millones desde la bóveda. Único imputado quedó en prisión preventiva.
Los ladridos de sus perros lo alertaron de que algo extraño estaba pasando en las afueras de su casa ubicada en la comuna de Olmué. Al observar el monitor del citófono, verifica la presencia de un vehículo Mazda CX5 estacionado de cola en el frontis de su propiedad. Momento seguido, un fuerte golpe en la puerta de entrada...
Así comenzó el verdadero calvario que vivió el lunes 3 de abril un ejecutivo del BancoEstado de la comuna de Nogales, quien se preparaba para trasladarse a su lugar de trabajo en la provincia de Quillota, momento en que la seguridad de su casa fue completamente vulnerada por un grupo de delincuentes que, armados, con chalecos antibalas y sus rostros cubiertos, ingresaron a ella violentamente.
"Ingresaron entre cuatro a cinco hombres, de unos veintitantos años, a rostro cubierto", relató el trabajador bancario, agregando que "estaban armados, algunos con pistola con mira láser". Junto a ello, dio cuenta de las verdaderas intenciones de los antisociales: "Me dijeron que no les interesaba nada de mi casa, sino que venían por el banco".
Luego, lo peor: "Me exhibieron una foto donde aparezco yo con mi hija, tomada con anterioridad, como si nos estuvieran siguiendo. Luego me dijeron: 'Te hemos estado siguiendo todo este tiempo, así que coopera. Queremos las llaves de la bóveda'".
Pese a que el ejecutivo de la sucursal de BancoEstado les dijo que no tenía las llaves, los asaltantes insistieron y lo obligaron a subirse –amarrado y con una bolsa en su cabeza– a su propio automóvil con dirección a la provincia de Quillota. De paso, los antisociales le exigieron que cooperara si no quería ver lastimada a su esposa y sus tres hijas, todas menores de edad. Así fue como el trabajador bancario fue subido al asiento trasero de su auto y el resto de su familia al Mazda, todos con destino a Nogales.
Media hora después y, ahora, según el relato del guardia del banco, ve al ejecutivo secuestrado entrar a la sucursal minutos antes de la apertura al público. Caminaba junto a otra persona, mientras sostenía una pistola en su cuello. Antes de reaccionar, un segundo antisocial le obstaculiza el paso y lo apunta con un arma de fuego en el pecho. Le quita su arma, el chaleco antibalas y le lanza una dura amenaza: "No me mires. A tu hija la tengo encañonada en tu casa junto a tu señora. Tengo información de toda tu familia, así que no te las des de vivo", le dijo el hampón.
Con la situación absolutamente controlada por los delincuentes, ahora se dirigieron hacia la trabajadora que sí tenía las llaves de la bóveda y procedieron a vaciar el dinero desde su interior. Fue en este instante en que comenzó a sonar la alarma de la sucursal bancaria de Nogales, por lo que los antisociales aceleraron su accionar.
En las afueras del banco los esperaba otro vehículo, al cual se subió el sujeto que se retiró con todo el botín contenido en un saco. De manera paralela, el conductor del Mazda CX5 bajó violentamente a la familia del ejecutivo, mientras que otros dos individuos se subieron y huyeron todos, no sin antes lanzar miguelitos al pavimento para evitar una persecución policial a raíz del atraco en el cual sustrajeron $110 millones.
Los relatos del ejecutivo bancario y del guardia de seguridad fueron leídos en la formalización de cargos de M.R.R.P., imputado por los delitos de secuestro, robo con intimidación, receptación de vehículo motorizado y adulteración de patente, en su calidad de autor –aunque no directo– de los hechos acontecidos en Olmué y Nogales.
Cabe recordar que Carabineros dio con el paradero de cinco personas, presuntamente vinculadas al atraco, sin embargo el fiscal Iván Morales explicó que fueron liberados porque "aún falta por acreditar su participación en los hechos".
En la audiencia, llevada a cabo en el Juzgado de Garantía de Limache, el persecutor dio cuenta que la banda de antisociales se concertó en Viña del Mar, con el objeto de materializar el robo, aparentemente ya planificado. Se movilizaron en dos autos: uno robado en Quintero y otro conducido por el imputado, quien habría cumplido misiones distractivas para evitar ser alcanzados por Carabineros.
Debido a los antecedentes aportados, el Juzgado de Garantía de Limache decidió decretar la prisión preventiva en contra de M.R.R.P., mientras Fiscalía instruyó una serie de diligencias a Carabineros, tendientes a dar con el paradero del resto de la banda, además de los $110 millones, los cuales aún no han sido recuperados.
"Existen varias diligencias en curso, con brigadas especializadas. Se están periciando cámaras, teléfonos, etcétera. Hay otras personas, de las cuales no se ha podido acreditar sus identidades ni su participación", concluyó el fiscal Morales.
PURANOTICIA