
Los temblores no han cesado desde el sábado 16 de abril, cuando un mortífero terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter sacudió el norte de la región costera del país. El sismo dejó al menos 587 personas muertas mientras que 155 personas permanecen desaparecidas, y más de 7.000 personas resultaron heridos.