
Las víctimas de esta cámara indiscreta fueron bellas jóvenes, quienes debían contestar preguntas sin decir estas dos palabras. Si perdían, la penitencia era el beso.
El juego es bastante simple. Un joven se para frente a bellas chicas y las desafía contestar una serie de preguntas sin decir "sí" o "no".
Contra lo pensado, las féminas no lograron superar la prueba, por lo que debieron pagar una particular penitencia en plena calle: besaron a su desconocido interrogador.
Como recoge elcomercio.pe, la seguridad del muchacho era tal que a todas sus 'víctimas' les dijo que las besaría sí o sí, algo que -al parecer- no molestó a estar especiales concursantes.
A continuación, revisa el resultado de este particular juego, que ya suma casi un millón de reproducciones en Internet:
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Pn/gm
24horas