La comida recalentada o fría en especial los fideos, no siempre resulta ser muy apetitoso, pero hay cosas tras esta práctica que pueden ser beneficiosas e incluso hacerte engordar menos.
Un estudio concluyó que consumir la pasta recalentada y luego dejarla enfriar cambia su estructura, transformándola en algo que se conoce como "almidón resistente".
Según indicó la BBC la doctora Denise Robertson, de la Universidad de Surrey, en Reino Unido, si se prepara la pasta y luego se deja enfriar, el cuerpo la tratará como algo parecido a la fibra, generando un aumento menor en la glucosa que hay en la sangre, lo que permite no sentir tanta hambre. Además agregó que esto es positivo para las bacterias que viven en los intestinos, ya que se absorben menos calorías.
Chris van Tulleken, médico de la Universidad de Oxford, realizó una prueba que duró tres días, donde los voluntarios debían comer pastas frías, calientes o recalentadas con el estómago vacío en días diferentes.
El primero, los probaban recién cocinados, con una salsa de tomates y ajo. Otro día los comían con la misma salsa, pero fríos, un día después de haberse preparado y el tercero les tocaba el mismo menú, pero recalentado.
Tras esto se concluyó que la pasta fría es más resistente que la recién cocinada, por ende, se absorben menos calorías y el aumento de la glucosa y la insulina en la sangre no fue mucho.
El hallazgo sugiere que al recalentar el espagueti, ya que se convirtió en un almidón incluso más resistente. Tulleken agregó que una comida alta en carbohidratos puede transformarse en una más saludable, con fibra, sólo cambiando la temperatura. "En otras palabras, lo que nos sobra podría terminar siendo más saludable que lo que cocinamos originalmente", añadió.
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