Al interior del cadáver en vez de órganos se encontraron trozos de papeles con mensajes escritos en chino.
En Países Bajos un impresionante descubrimiento deslumbró a un grupo de arqueólogos que encontraron una estatua de Buda de más de 1.100 años de antigüedad, la cual en su interior ocultaba el cuerpo de un monje momificado en posición de loto.
De acuerdo a lo que indicaba el diario NL Times, la escultura oriunda de China fue sometida a una tomografía en el Meander Medisch Centrum de Amersfoort, dando cuenta de esta forma de los restos de un hombre.
Bajo la supervisión del experto en arte y cultura budista, Erik Brujin, invitado a realizar el estudio por el World Museum de Rotterdam, más un gastroenterólogo y un radiólogo, se pudo observar que al interior del cadáver en vez de órganos habían papeles con mensajes escritos en chino.
Por otra parte, la tomografía ilustró la estructura esquelética de la momia, lo que ayudó a tomar muestras óseas para realizar pruebas de ADN.
Gracias a éstas se averiguó que los restos corresponden al maestro budista Liuguan que vivió entre los siglos XI y XII.
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